Por lo general, los perros se divierten persiguiendo a los gatos. Aquí es al revés.
Y el golden retriever Tommy tiene pleno trabajo en mantenerse alejado de las garras de su amiga leopardo Salati.
La extraña pareja vive en la granja Glen Afric Country lodge a las afueras de Pretoria en Sudáfrica. Allí trabaja Richard Brooker, de 23 años, que es el dueño del golden retriever Tommy y se encarga del cuidado de animales salvajes heridos.
Hace unos meses le llegó la pequeña cachorrita leopardo Salati. Entonces era sólo una ‘pequeña bola de pelo pecosa’ abandonada y resultó en un ‘clic’ directo entre ella y el perro mucho más grande. Desde entonces han sido inseparables, dice Richard Brooks, al Daily Mail:
– Tan pronto como se ve a uno de ellos se sabe que el otro está justo detrás.
Primero fue Tommy quien se divertía persiguiendo a la pequeña gata. Pero ahora se han invertido los papeles.
Cada día los dos hacen ejercicio juntos al aire libre. Entonces es Salati la que persigue a Tommy. Y él no tiene una oportunidad. Salati ha crecido por lo menos a tan pesada como él.
– Los perros no están acostumbrados a ser perseguidos por los gatos, que son del mismo tamaño que ellos. Creo que Tommy se quedó un poco sorprendido cuando ella de repente comenzó a perseguirlo, dice Richard Brooker. [www.expressen.se/husdjur/1.1979883/har-ar-det-katten-som-jagar-hunden]
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