“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”

KUWAIT CITY 1966 – Ida y vuelta (sin millones)

Acababa yo de cumplir la mili en aviación en Las Palmas de Gran Canaria, cuando volví a mi pueblo natal Villabona y a la fábrica Sacem (https://patrimonioindustrialdeeuskadi.com/) donde curraba de delineante mecánico. Me enviaron a su filial Construcciones Electromecánicas ALAS en Zizúrkil y entre otras cosas por el ridículo sueldo que me ofrecieron (600 pesetas/mes) me despedí a las dos semanas y me compré un billete de avión a Kuwait con escala en Roma. Había leído antes un artículo sobre ese país en la revista LIFE, edición española, titulado “PAIS DE MILLONARIOS, KUWAIT” – edición 8 de noviembre de 1965 (creo recordar). Publicado antes en inglés, el 17 de septiembre, bajo el titular ”Everything’s Up to Date in Kuwait: One Out of Every 468 Citizens in This Desert Sheikdom is a Millionaire”. 

Me salvé de casi todos los inconvenientes de lo que suponía el servicio militar gracias a una pariente que conocía a un renombrado párroco de Bilbao que a su vez conocía a un general de aviación en Madrid y bla bla bla, resumiendo: que me tiré casi toda la mili vestido de paisano y por las tardes y a veces sábados y domingos podía currar en Las Palmas de delineante, concretamente en la empresa constructora Navarro Jorro S.A.. Por las mañanas ‘curraba’ como soldado (vestido de paisano) de delineante en el Estado Mayor. Fue así que pude ahorrar para lo que resultó el billete a mis andanzas por Kuwait.

Como se ve en la segunda foto arriba -de izquierda a derecha- había entonces también soldados de Guinea Ecuatorial, la antigua colonia española que se independizó el 12 de octubre de 1968.

Mi llegada al aeropuerto de Kuwait no fue como me la había imaginado. Nada más llegar al aeropuerto, al pasar el control de pasaportes me plantaron al ver que no tenía ni visado de corta estancia ni de residencia ni de trabajo. Y me armaron un pequeño ‘show’ poniéndose a bailar y cantar flamenco al ver que el pasaporte era español. Me vi obligado a comprar billete de avión a El Cairo y solicitar la visa allí en la embajada de Kuwait. Llegué a eso de las 4 de la madrugada y un taxi me dejó a las afueras de la embajada. Como no abrían hasta eso de las 9, me senté en el bordillo de la acera fuera. Al otro lado de la calle había como un descampado con algunas palmeras dispersas aquí y allá. Y recuerdo algo que se gravó en mi mente y nunca olvido. Un cairota caminaba al otro lado de la carretera donde yo esta sentado –  vestido como suelen ir los árabes, con una de esas túnicas blancas («jalabiyas»). Y de pronto vi que se paró junto a una palmera, se puso de cuclillas, levantó la jalabiya con sus manos y se puso a … cagar!. Hasta ahí, vale. Pero mi sorpresa fue aún mayor cuando vi que después de cagar no se limpió el culo ni con ‘papel higienico’ ni con otro tipo de material. Se levantó él, se bajó la halabiya por sí sola y pa’ lante se fue el cairota como si nada hubiese pasado!. Qué impresión me hizo!. Recuerdo aún hoy la escena como si la hubiese visto ayer.

Después de conseguir el visado volví a Kuwait y observé en el aeropuerto que para los kuwaitíes era algo ‘novedoso’ ver a un veinteañero español en Kuwait. La cosa es que chapurreando el poco inglés que entonces manejaba, me pusieron algunos taxistas en el aeropuerto en contacto con un palestino que curraba el Sheraton Hotel y que hablaba español ya que había vivido 7 años en Venezuela.

El palestino me consiguió trabajo en la cocina de ese hotel, iba a decir de ‘fregaplatos’, pero fue peor, fue de ‘frega-pucheros-gigantes’. Tan grandes que me tenía que subir a un ‘taburete’ para alcanzar la altura apropiada por encima de la encimera y poder fregar los superpucheros de casi un metro de altura, casi casi metiéndome adentro de estos, con agua supercaliente por no decir hirviendo. Y con una temperatura cercana a los 50 grados, sudaba uno casi todo el día. (“Kuwait has a desert climate. Maximum temperatures exceed 40 °C – and may reach 50 °C – from May through September”). Y fregar con todo el cuerpo sudando unas 8 horas al día fue algo a lo que no me acostrumbré. De noche me ayudó el palestino también con alojamiento, donde él dormía, junto con otros 5 palestinos. Dormían (dormíamos) en la azotea sobre colchones allí colocados debido al calor en la habitación del piso abajo donde guardaban sus pertenencias. Bueno, dormir y dormir, los berridos de las ‘llamadas a la oración’ que se oían de los altavoces de las mezquitas te despertaban por la noche. Creo recordar que oíamos el primer berrido a eso de las 4 de la madrugada. Manda huevos!. Antes de salir camino al Sheraton Hotel por las mañanas, desayunábamos… un pedazo de sandía verde de tamaño gigantesco cada uno!. Nunca había visto melones de agua tan grandes en mi vida!.

Durante la mili en Las Palmas había leído también que el tener el cuero cabelludo húmedo aumentaba las posibilidades de quedarse calvo. Y como en Kuwait sudaba casi 24 horas al día (era el mes de julio si mal no recuerdo) comencé a concienciarme de que en Kuwait yo no podría pasar mucho tiempo antes de que me quedara calvo (!) :). Aguanté un mes. Me despedí del hotel y el jefe de personal del Sheraton intentó convencerme de que no lo hiciera, de que me quedara, me dijo que en unos años podría aprender árabe y progresar con el inglés y así obtener un puesto de trabajo mejor en el hotel, etc..

El calor aquel verano era insoportable, no recuerdo cuándos grados hizo de máxima, solo que todo el día y hasta de noche iba uno con las ropas empapadas de sudor.  > https://indianexpress.com/article/explained/fact-check-63c-claim-from-kuwait-is-it-really-a-world-record-5779655/  > https://www.gulftoday.ae/news/2021/06/27/kuwait-sizzles-in-532c-highest-temperature-on-earth

Más tarde me enteré que los únicos extranjeros que ganaban ‘mucha pasta’ en Kuwait eran profesionales técnicos de habla inglesa que iban con contrato; médicos, dentistas, ingenieros, arquitectos, etc.. También más tarde me enteré que esa ‘temperatura de sartén’ no la tenían todo el año, solo en verano, que luego la cosa se hacía más soportable (!).

La mano de obra barata (trabajadores inmigrantes) que utilizan Kuwait y sus ricachones vecinos, «las petromonarquías del Golfo» Bahréin, Omán, Qatar, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, proviene principalmente de India, países contiguos y Filipinas. Y en aquellas fechas también alguien de Villabona (Guipúzkoa)!!!.

Le pedí al palestino que me ayudó en todo (no recuerdo su nombre) que me escribiera una nota que explicara brevemente la historia de lo que me había ocurrido y que al no poder amoldarme a la vida en Kuwait, que agradecería una limosna para poder comprar billete para volver a España, bla, bla, bla. En árabe y en inglés. Y así empecé, con aquel papelito de formato A5, a ‘tocar puertas’ por Kuwait capital. Me tiré -creo recordar- algo así como un par de semanas. La mayoría de la gente en los apartamentos donde tocaba el timbre fue muy amable y muchos me invitaron a que entrara para charlar un rato y tomar una taza de té. Me di cuenta de que un español joven en los años 60 en Kuwait era como algo exótico. Pero a los pocos días empecé a ver ‘nubarrones negros en el horizonte´. Eran hombres que me invitaban a entrar a sus apartamentos a que tomara “una taza de té con galletas”. Uno de ellos, de casi 2 metros de altura y en sus 50 y pico años, se sentó en el extremo de una mesa de cocina de unos 4 metros de largo y yo en el otro extremo. Cuando de pronto vi que el pene erecto del hombre ascendía por encima de la altura de la mesa en el otro extremo. ¡Casi me da un síncope!. Rápidamente comencé a pensar en un ‘plan B’, o sea, cómo salir echando hostias del piso, si por la ventana o por la puerta. Vi dónde se encontraba esta y con la excusa de que iba al baño salí corriendo -echando hostias- escaleras abajo con el corazón latiendo aceleradamente y me salvé del maricón. A partir de ese día y durante el resto de los días que permanecí en Kuwait observé que por las calles en cuando te ponías en contacto con gente del ‘género masculino’, por ejemplo al entrar en tiendas y preguntar precios, etc., muchos ‘se te ponían pegadizos’ y había que deshacerse de ellos buscando cualquier excusa.

Finalmente conseguí dinero como para poder comprar billete compartido en taxi Kuwait-Beirut y billete de barco Beirut-Barcelona (que no creo existe hoy). El viaje Kuwait City-Beirut en taxi en un coche tipo Chevrolet Impala fue todo un ‘Desert Nightmare’, una pesadilla con mucho suspense a través de Arabia Saudí, Jordania y Siria. Imagínate que eres violado por dos o tres árabes y te dejan tirado en medio del desierto!. Pues eso es lo que pensaba que podría ocurrirme cuando sentado en medio del asiento trasero del taxi donde los árabes estaban sentados a mis lados izquierdo y derecho y  apretaban sus piernas contra las mías con todas sus fuerzas. Durante casi todo el viaje!. Pensamientos como el siguiente circulaban por mi cabeza: “Estarán los pasajeros árabes en ‘colusión’ con el chófer, o sea, tres contra uno?!”.

Al llegar a Beirut compré billete de barco a Barcelona y durante la espera me alojé en un pequeño hotel, barato, con minipiscina. Allí sentado pasé horas y horas varios días (apenas había huéspedes en el hotel) escuchando – recuerdo – la canción de Los Beatles «NO REPLAY» en un minitocadiscos rojo de plástico que me compré en la capital kuwaití antes de salir.

El día que zarpaba el barco cogí un taxi y el chófer (un chaval joven) al llegar al puerto insistió en que él llevaría la maleta hasta el camarote. Le contesté con un “No, thank you!!!” varias veces pero aún así salió corriendo escaleras arriba y bajó al camarote con la maleta en la mano y al pagarle se me lanzó al cuello e intentó besarme en los labios a lo que respondí con un: “te voy a dar una hostia que te mato, hijo de puta”!. Y salí corriendo tras él, pero parece que conocía mejor el interior del barco y consiguió salir antes que yo y desaparecer en su taxi. Quien haya experimentado algo parecido en Medio Oriente sabrá de lo que hablo. Está lleno de maricones!. Antes de viajar a Kuwait no tenía ni idea de esto. Luego me informaron que es debido a que los árabes “apenas ven carne”. Carne humana quiero decir. Las mujeres van tapadas, ‘empaquetadas’ en telas, con sus ‘chadors’, ‘burqas’, ‘niqabs’ , ‘hiyabs’, y la madre que los parió, la cosa es que los árabes apenas ven ‘carne humana’. Solo carne de animales en las carnicerías. Por eso cuando ven a un joven extranjero en camiseta de manga corta y/o con pantalones cortos y ven piernas y brazos al descubierto, muchos árabes se ponen ‘calientes’ y hay que andar con mucho cuidado. Y hablo con experiencia propia. Si viajas a un país de estos de Medio Oriente y eres joven te recomendaría ir vestido con traje de buceo!. O con burka. O con niqab!.

Ya en Barcelona, algo avergonzado por el fracaso del viaje a Kuwait, encontré rápidamente curro de ‘barman’ en el Bar La Pedrera, ubicado en los bajos de la Casa Milà, esa casa rara del arquitecto catalán Gaudí. Donde nueve años más tarde Jack Nicholson interpretó una escena de su película The Passenger (El Reportero) en el mismo bar en el que yó curré unas semanas ese año!.

De Barcelona me mudé a Sitges aquel verano y encontré curro de camarero en el Hotel Restaurante Roma recién abierto por un cocinero catalán casado con una murciana, que quedaba algunas calles arriba de la estación de la Renfe. Hoy seguramente ya no existirá. En los años 60 Sitges no llevaba como lleva hoy, el subtitular ‘meca de maricones’, entonces era simplemente un muy popular destino turístico.

Y allí currando hice contacto con una familia inglesa que me invitó a su casa en no recuerdo qué pueblacho del condado de Kent y a su casa fui. El padre de familia trabajaba con una furgo repartiendo botellas de leche por los chalets de un barrio y yo le acompañaba por las mañanas y observé que pasaba antes del barrio de chalets por una zona industrial donde había todo tipo de empresas. Así que un día, dos semanas después de llegar al pueblo donde vivían, salí a buscar trabajo por mi cuenta como ‘mechanical draughtsman’ por la zona industrial y lo conseguí, pero al no tener permiso de trabajo era lo mismo que si no lo hubiese conseguido!.

Me largué con mis bártulos a Estrasburgo (Francia) y conseguí curro de fregaplatos en un hotel central. Y allí me encontré con un gallego de edad algo avanzada que trabajaba de fregaplatos en ese hotel desde hacía montones de años. Según me contó había huído de España después de la guerra y vivía aterrorizado. Ni se atrevía a salir a la calle (!). Creía que le iban a coger y llevar a la cárcel a España (!). Vivía como un exclavo, dormía en un cuartucho en el último piso del hotel, bajo el tejado, en uno de esos edificios tipo ‘maison à colombages’ (casas antiguas de entramado de madera) típicos de la arquitectura de Estrasburgo. Intenté convencerle durante un mes de que debía largarse de allí y finalmente se decidió. Al día siguiente de recibir la paga del sueldo salimos a media noche bajando la escalera ‘silenciosamente’ para no ser vistos ni oídos y sin comunicar nada al dueño del hotel. Esperamos en la estación de tren de Estrasburgo y tan pronto abrieron las ventanillas por la mañana compramos billetes a Estocolmo.

En el hotel que trabajé en Sitges conocí a un camarero de nombre “Pepe”, de Murcia. Este a su vez conoció un mes antes – me dijo- a una familia sueca de Örebro que le había invitado a que les visitara en su país y al final del verano me dijo que él no quería salir de España y, como sabía que yo andaba queriendo hacer justamente eso, me dio el papelito con la dirección de la familia en Örebro. Y a Suecia me fui con el ‘friegaplatos gallego de Estrasburgo’. Cuando llegamos a la estación de tren de Estocolmo salimos ‘a pata’ a donde entonces se reunían los pocos españoles allí residentes, el ‘Restaurante Casa Pepe’, que estaba bastante lejos de la estación. Lo cierto es que aquél 5 de enero de 1967 hacía tanto frío que para cuando llegamos al restaurante las orejas me habían empezado a sangrar (iba vestido con ropas de verano). El gallego se acojonó y me dijo que Suecia no era nada para él. Que quería ir a Canarias. Le acompañé a la parada de autobús al aeropuerto de Arlanda y allí nos despedimos y nunca más supe de él. Yo cogí billete de tren Estocolmo-Örebro. Y fui muy bien recibido por la familia. El marido hablaba varios idiomas, entre ellos español (de joven había trabajado en el consulado sueco en Barcelona) y a su mujer le encantaba casi todo lo relacionado con España.

La familia me ayudó a encontrar trabajo de delineante en una empresa en Fellingsbro, que construía casas prefabricadas y que recién había empezado a exportar a España. Resulta que la novia de uno de los hijos de la familia era amiga íntima del jefe de la empresa Rockhammars Hus que estaba ubicada en Fellingsbro, y por ese camino encontré curro de delineante chapurreando todavía mal el sueco. A los 4-6 meses hacía yo lo mismo que el finlandés que trabajaba allí como mi ‘jefe’, con la diferencia de que él cobraba 3 veces más que yo. Y yo -además- les traducía al español las hojas de instrucciones de montaje de las casas prefabricadas de madera que exportaban a España. Pedí aumento de sueldo y me lo concedieron, pero fue una cosa mínima, casi ridícula. Me despedí cabreado y me cogí un vuelo a Las Palmas de Gran Canaria. La firma se declaró en quiebra poco después, según me enteré años más tarde-  no sé por qué motivo.

Se me olvidaba mencionar que antes de encontrar curro de delineante trabajé un tiempo de fregaplatos en Örebro, en el Frimurarlogens Restaurang!.

En Las Palmas encontré trabajo en un barco (“M/S Coral Sea» *) de la naviera sueca Trelleborgs Ångfartygs AB, que estaba a punto de zarpar para Japón. Una lancha me llevó al Coral Sea que estaba anclado entre el muelle del Puerto de La Luz y la Playa de las Alcaravaneras, subí a bordo y me encontré con el tercer oficial, un sueco de Escania (Skåne) al que le pregunté si necesitaban gente para currar en el barco y me contestó que justamente les hacía falta un jungman, ‘mozo de cubierta’ en español .

Le caí bien y me dijo que fuese a un dentista antes de embarcar, que salían en un par de días para Japón. El dentista me sacó una muela cuando le conté mis planes y al día siguiente zarpó el ‘Coral Sea’ para Japón.

50s to 90s Archive – 2:48AM – Everything Kuwait
1965 LIFE Magazines for Sale – Life magazine – 2Neat Magazines.
Kuwait, derrochar sin pecar. | BellaVita AlternActiva…
Everything’s Up to Date in Kuwait: One Out of Every 468 Citizens in This Desert Sheikdom is a Millionaire. By George de Carvalho > https://books.google.se/books?id=7FIEAAAAMBAJ&pg=PA3&lpg=PA3&dq=Everything%27s+up+to+date+in+Kuwait,+one+out+of+every+468+citizens+is+a+millionaire.&source=bl&ots=Do4oaaCvNm&sig=NRQfIQus4DEInKxFaR6sHiD7LFo&hl=sv&sa=X&ved=0ahUKEwjMkfqG_LTSAhXD2SwKHVVTD-MQ6AEIITAA#v=onepage&q=Everything%27s%20up%20to%20date%20in%20Kuwait%2C%20one%20out%20of%20every%20468%20citizens%20is%20a%20millionaire.&f=false  (páginas 97-108: Up to date in Kuwait)
“PAÍS DE MILLONARIOS, KUWAIT”, revista LIFE en español, 8 de noviembre de 1965, http://www.todocoleccion.net/coleccionismo-revistas-periodicos/life-espanol-noviembre-1965-1-000-dias-john-kennedy-paulo-vi-72-pag-muy-buen-estado~x4800823
www.originallifemagazines.com/LIFE-Magazine-September-17-1965-P1875.aspx
LIFE Magazine September 17, 1965
https://www.taxifarefinder.com/main.php?city=Beirut-Lebanon&from=Beirut%2C+Beirut+Governorate%2C+Libanon&to=kuwait&fromCoord=33.8937913,35.50177669999994
* Vendido en 1969 a EVERETT SS CO., Liberia. M/S JERRYEVERETT. En 1982 chocó con el buque japonés RYOET MARU a las afueras de Japón. El buque japonés se hundió mientras que el M/S JERRYEVERETT prendió fuego en la sala de máquinas y fue llevado a Osaka para su reparación. En agosto de 1983 quedó disponible en Osaka. El 26 de marzo de 1984 llegó a Busan (Corea del Sur) para su desguace.

A finales del mes de septiembre de 1967 zarpó el buque frigorífico M/S Coral Sea (1960-1969) de Las Palmas rumbo a Japón haciendo escala de unos días en aguas del caladero sahariano-mauritano o ‘banco canario-sahariano’, a la altura de Villa Cisneros,  para cargar de grandes buques-madre japoneses, cefalópodos ultracongelados con destino a compradores nipones.

El viaje transcurrió sin novedades hasta que llegamos a Singapur por el Estracho de Malaca, algo que me dejó un recuerdo agradable, donde hizo escala pero sin tocar puerto. Cuando nos adentramos en el Oceáno Índico después de pasar Sudáfrica recuerdo cómo colonias de ‘delfines nariz botella’ acompañaban al barco por babor realizando saltos acompasados con el cabeceo del barco. Una de las tareas en el trabajo como ‘jungman’ (mozo de cubierta) consistía en hacer guardia o ponerse al timón y mantener el rumbo – de 12 a 4 de día y de noche – durante los más o menos  24.000 km hasta llegar a Tokio.

Peor recuerdo guardo de una noche antes de llegar a Japón. Allá por el Mar del Sur de China debió ser. Mar marrón oscuro, algo que nunca había visto, quedé aterrado. Yo que siempre había pensado que el mar era solo de color azul o verde en diferentes tonalidades!. Cielo negro y mar arbolada (olas de ~ 6 – 9 metros que estallaban contra los costados del buque). En un par de esas embestidas perdí al agarre al timón y salí arrastrado por el suelo del puente de mando (por causa del movimiento de balanceo lateral) hasta chocar con la pared del puente a mi izquierda. Vino el tercer oficial y me contó que el peor movimiento de un barco en temporales es el de oscilación longitudinal o ‘cabeceo’**, que puede causar pantocazos y a veces que uno vomite. El que estábamos sufriendo esa dramática noche era movimiento transversal o ‘balanceo’, inclinándose el buque de un lado a otro,  algo que ponía en juego la estabilidad debido a las enormes olas que golpeaban los costados. El agua del mar llegaba casi a la altura de cubierta cuando las olas escoraban el buque de estribor (costado derecho) a babor (costado izquierdo). Como un ‘thriller de suspense’!.

** Cabezada: “Movimiento longitudinal de la embarcación, que cae hacia popa (parte trasera de la embarcación) y hacia proa (parte delantera de la embarcación) por la acción del mar.”

Por suerte al día siguiente se calmó todo y seguí pensando cómo sería Japón. Cuando por fin llegamos después de un mes y pico estaba ansioso de pisar tierra, pero no nos dejaron salir del barco hasta las 6 de la tarde. Me había hecho amigo de un chaval de Helsingborg con el que compartía camarote y que también currraba como mozo de cubierta y salimos juntos en tren a Yokohama ‘a dar una vuelta’. En el tren iban todos como sardinas en lata!. Nunca había visto tanta gente tan apretujada. Después de cerca de una semana en Tokio levamos anclas y partimos hacia Osaka (escala de más o menos una semana) y luego otra semana en Kobe. Como solo podíamos salir del barco desde las 18.00 horas pues como que no dio tiempo en tres semanas a hacerse mucha idea de cómo era Japón o de cómo eran los japoneses.

Como anécdotas curiosas a bordo recuerdo tres.

La primera ocurrió durante la estancia en el puerto de Tokio. Un marinero sueco trajo a una puta japonesa a su camarote y engañó a esta a vivir con él durante las más o menos tres semanas que allí estuvimos. Y así que un día vi que se armó un escándalo del copón en el pequeño comedor del personal de cubierta. El ‘matros’ (~ marinero de cubierta de primera), un tipo rudo y bruto como un vikingo, pero por lo demás muy campechano, estaba dándole hostias al marinero sueco que había engañado a la joven japonesa y este sangraba un poco por todas partes. Cuando pregunté por qué lo hizo me contestaron que el sueco no quiso pagar a la puta después de 3 semanas viviendo con él en su camarote. Gritando oí que le acusaba que era una vergüenza para la profesión de marinero, una vergüenza para Suecia, etc., etc..

La segunda anécdota es que me puse ‘malucho’ después de la noche del balanceo del barco y me entró fiebre y tal y el que hacía de médico en el barco me dio un termómetro que debía ser ‘introducido’ en el mismísimo agujero del culo. Y me dijo que pidiera al compañero de camarote que me ayudase a hacerlo. Cuando le conté lo que me dijo el que hacía de médico, le entró un ataque de risa que me sacó aún más de quicio de lo que ya me sentía y empezamos a pelearnos a hostia limpia dentro del camarote con camas literas y, como era pequeño y no había sitio para pelearnos, subimos a cubierta y estaba lloviendo y allí seguimos ‘el combate’ hasta que nos vieron y nos separaron. Luego al llegar a Japón nos hicimos amigos y nos reíamos de lo ocurrido aquella noche.

La tercera anécdota fue otra noche lluviosa en  la que el tercer oficial (el que me empleó en el barco) me pidió que arriara la bandera sueca. Era grandísima y con viento, lluvia y solo, pues resulta que se me cayó al suelo en cubierta cuando intenté doblarla y naturalmente se mojó. El oficial vio lo ocurrido y bajó todo cabreado y empezó a echarme una bronca que casi me deja sordo debido al volúmen de su voz. Que la bandera “era algo sagrado”, que si esto, que si aquello… 

Salimos de Japón rumbo a China. Y allí íbamos a estar otras tres semanas, entre otras cosas, cargando. No supe qué. En tiempos de Franco, el pasaporte español permitía visitar todos los países del mundo excepto los que se mencionaban en un sello: Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, …, Mongolia Exterior, Rep Popular China. U.R.S.S., Yugoeslavia, Rep. Dem. Alemana, Rep. Popular Corea y Rep. Dem. Vietnam. Pero al llegar al puerto de una ciudad de nombre “Chinkiang”, o algo que sonaba algo así y que no encuentro en el mapa (cercano a Pekín, según me dijeron), el tercer oficial me dijo que iba a hacer la vista gorda y dejarme salir por las tardes (después de las 18.00). Y allí me fui y cogí el primer autobús que encontré. Al entrar al autobús me dio la impresión de que los chinos en aquel tiempo y en aquella ciudad no habían visto muchos españoles porque se quedaron boquiabiertos. Todos me miraban asombrados y una chica joven con una bebé en brazos que estaba sentada se levantó y me ofreció asiento!. Le dije ‘no gracias’ pero insistió y para no ofenderla tuve que sentarme. Salí a la ciudad y probé comida china en algunos locales que no sé si llamarlos bares o restaurantes, eran sitios muy sencillos y baratos. Comida rara, pero todo parecía interesante. Más interesante que en Japón, sobre todo la gente!. Todos los días salí a dar una vueltita por la ciudad.

El viaje de vuelta continuó después a Durban y de allí a Génova en Italia. La llegada a Génova supuso el fin de mi vida como marinero en un buque mercante. Me despedí y cobré mi sueldo de varios meses. Recuerdo que en Durban subieron algunos nativos de raza negra a cubierta y se pusieron a bailar en plan de cachondeo. Humor no les faltaba. Creo que la escala en esa ciudad fue entre otras cosas para algún tipo de reparación.

Una vez en Génova, reservé habitación en una pensión y salí a caminar por la ciudad. Pronto me encontré en un laberinto de callejones cuesta arriba, hasta que en un cruce entre cuatro callejones vi un grupo de personas en un círculo y me acerqué para ver de qué se trataba. Eran los años 60 (1966) y por aquél entonces nunca había visto ni oído hablar de “El timo de los trileros”/ “Gioco delle tre campanelle”´. Empecé a apostar una cantidad pequeña y perdí, luego una cantidad mayor y también perdí, y luego otra cantidad aún mayor y volví a perder, y… ¡¡¡hasta que casi pierdo todo el dinero que había ganado en ‘la travesía marítima’!!!. Más tarde supe de qué se trataba.

(“Una persona iniciada, representando a un turista, demuestra que es fácil ganar para atraer a los ignorantes. Pero en realidad los jugadores de copa son muy diestros y es básicamente imposible ganar. Hay mucho en juego, a veces varios decenas de euros»).

Cuando me di cuenta de que me estaban engañando iba a empezar a hostias con el ‘croupier’ y rápidamente recogieron ‘los trileros’ la mesita de tijera y salieron corriendo a la velocidad del rayo dos o tres por cada callejuela, por lo que no había más solución que aceptar que había sido uno engañado.

Después de esa desastrosa experiencia me juré a mi mismo nunca jamás volver a Italia!.

Billete de tren y viaje de vuelta a VILLABONA sin dinero ni planes.

Fue a principios de 1968 cuando me apunté al curso de 8 meses «Transformación de Delineantes a Delineantes Proyectistas de Matricería y Dispositivos», anunciado por el CIME (Comité Intergubernamental para las Migraciones Europeas) en la Casa de América de VIGO (Galicia), que costeaba el viaje a Sudamérica y gastos de alojamiento hasta encontrar curro si aprobabas el curso. Yo, como la mayoría, elegí Brasil. Aterrizamos en Río, pero había pocas oportunidades de trabajo en ese oficio allí y casi todos tuvimos que mudarnos a São Paulo.

Estafa callejera de la pelotita – Taringa!
Policía advierte a la ciudadanía sobre engaños en juegos callejeros …
7 Días 7 Razones: Timos callejeros.

En noviembre de 1968 cogimos el vuelo Madrid – Río de Janeiro después de finalizar el curso en Vigo. Dicho sea de paso, la ciudad de Vigo me dejó un muy muy buen recuerdo. Gente abierta y amable, pinchos de pulpo en los bares, bonitas playas en las cercanías. Detrás de la Casa de América, subiendo una escalera, había un bar que tenía un ‘jukebox’ al que cada día íbamos y metíamos monedas para escuchar canciones de Los Brincos una y mil veces más, como «Tú me dijiste adiós», «Un sorbito de champagne» – «Mejor» –  «Borracho», etc.. ¡Qué tiempos aquellos…!.

En São Paulo fuimos a parar a lo que llamaban ‘Misión Católica Española’. Se encontraba en el barrio japonés, Bairro da Liberdade. Era de aquí de donde salíamos cada mañana – después de leer los anuncios de trabajo en periódicos – a buscar curro. Algunos encontraron curro rápido. Yo tardé poco más de un mes antes de encontrar trabajo en la entonces pequeña firma alemana Max Eberhardt.

Éramos unos 90 españoles, los de nuestro curso y el curso en los que particiban Peritos, que no recuerdo cómo se llamaba. Hacía mucho calor cuando llegamos a Río. Y pronto nos dimos cuenta que era bastante difícil encontrar trabajo en Río, por lo que la mayoría después de unos meses decidimos mudarnos a São Paulo.

Yo concretamente encontré curro en la empresa Max Eberhardt que todavía existe y como el dueño me pagaba muy poco me mudé al cabo de unos meses a la empresa sueca Bicicletas Monark que se encontraba en el mismo barrio, cerca de la empresa antes mencionada. Años más tarde oí que cerraron su fábrica en São Paulo. Guardo muy buenos recuerdos de mi estancia de un año y pico en la Monark. En el taller tenía contacto con tres matriceros, uno de Bilbao, otro de Girona y otro italiano. Y del valenciano jefe de taller y de la Oficina Técnica. Una mañana -recuerdo- al entrar a la fábrica, vi una multitud de gente en un salón que había a la izquierda de la entrada. Fotógrafos, focos de luz, en fin, qué sería, qué sería… y era el mismísimo Pelé al que le estaban fotografiando sentado en un modelo de bicicleta Monark!.

São Paulo como ciudad me gustó, mucho más que Río. Los fines de semana calurosos cogíamos el autobús a la playa de Santos. En aquellos tiempos no había muchos que tenían coche como ahora. Y el barrio japonés siempre fue interesante. Y aunque durante los dos años que allí residí se movía uno más o menos por los mismos barrios, o sea, donde uno vivía, donde uno trabajaba, el centro, los fines de semana a sitios de baile, y no mucho más, pues como que era más que suficiente!.
Después de currar un año y pico en la Monark hablé con el jefe de la oficina técnica que además era jefe de taller, un valenciano muy jatorra que llevaba ya bastantes años en São Paulo y le pedí que hablara con el CEO sueco y le preguntara si podría yo conseguir curro como delineante proyectista en su fábrica de Varberg en Suecia. Tardó en contestar. Finalmente me dijo el valenciano que el sueco le había dicho que no habría problemas. Así que me despedí, cargué mis bártulos y regresé a España, pero visitando antes a mis parientes de Aduna y Zizúrkil en Lanús/Buenos Aires, desde donde cogí el barco de vuelta a Vigo. Pasé luego por mi pueblo natal Villabona y después de haber visitado a la familia, cogí el tren a Varberg en Suecia. Me presenté a la oficina de personal y les mostré ‘los papeles’ que llevaba de São Paulo y de la Monark, les conté lo que me habían prometido, etc.. A lo que obtuve como respuesta que no tenían ni puta idea de lo que me había prometido el sueco allí!!!. Casi me desmayo.
El sueco que hacía de ‘boss’ en Bicicletas Monark en São Paulo, Inge Ljunggren, era un tío que siempre iba bien peinado, perfumado, con los pantalones impecablemente planchados y la camisa blanca tan almidonada que hasta el mismísimo Donald Trump en EE.UU. le envidiaría. El hijo de la gran p-ta vivía en São Paulo como un oligarca ruso hasta hace poco. Un fin de semana fui a ver el chalet, o mejor yo diría ‘mansión’, donde vivía y… bueno…, solo en aquel terreno cabrían un par de campos de fútbol. Todo cercado con altas rejas, amurallado con rejas se podría decir. Y vi desde fuera por lo menos tres ‘garotas’ con uniforme como de ‘empregadas domésticas’ en el terreno de la ‘mansión’. Si a eso añadimos que tuviese algunas más en el interior de la casona como ‘mulheres de serviço’… Sin comentarios!.

https://youtu.be/J7ExMF1X7lE

Total, que a buscar curro me tocó. Y así empezó mi trayectoria en Suecia que –con ausencias de años de vez en cuando- se prolongó durante varias décadas. Hasta hoy…

En este país me tocó currar de entre otras cosas… unos pocos meses de delineante de chalets de madera prefabricados, en prensa dobladora y cizalla hidráulica, en la cadena de montaje de Volvo en la fábrica de Torslanda, de profesor de español en cursillos para pequeños grupos, chapista en varios astilleros, pizzero en Jonköping y Gotemburgo, 5 años de autónomo (bar-café-cervecería), auxiliar de enfermería en residencias de ancianos y un ’manicomio’ (que ya no existe), …

Fue toda una odisea lo que me ocurrió en un astillero noruego ubicado allá por el paralelo 60 y pico N en el fiordo de Trondheim. Kværner Verdal AS era el nombre del astillero. Un invierno de mucha nieve, a mediados de la década de los 70. Conducía mi viejo Volvo P1800 con un yugoslavo a mi derecha, que también iba a Noruega a buscar curro como soldador. Pocas horas después de haber empezado a conducir de Gotemburgo, patiné, asustado por un grito del yugoslavo que hizo que, del pánico, instintivamente pisara al freno y el morro del coche se adentrara en un dique para no chocar con el coche en frente. El servicio de asistencia en carretera nos sacó y seguimos a Noruega. El farol derecho todo jodido.

A la mañana siguiente, no muy lejos del astillero noruego, hacía un sol fenomenal sobre un paisaje todo nevado, la carretera con nieve dura y bien aplastada. Yo mirando al horizonte a mi izquierda, ‘embobado’ por la belleza del paisaje cuando el yugoslavo me pegó otro berrido que casi me da un ataque al corazón. Aktaaaaa!!! (Cuidadooooo!!!) (distancia de seguridad…). Pisé otra vez al pedal del freno pero esta vez no llegué al dique sino que choqué de frente con un camión. Llegamos a Verdal con otra grúa de Asistencia en Carretera. Con el morro del coche todo chafado. Y el Volvo P1800 fue al ‘servicio de  urgencias’, un taller de chapa y pintura.

Una de las pruebas de soldadura consistía en soldar interiormente tubos de diámetro gigantesco, emplazados en posición horizontal. Medían unos 2 metros de diámetro. Y yo con mi altura y zuecos y alzando lo más que podía la mano derecha y el electrodo encima de mi cabeza, justo justo llegaba a la parte más alta del tubo…, y cuando soldaba, no siendo soldador profesional, pues caían abajo demasiadas gotas de metal fundido.!. En resumen: ¡una mierda de soldadura!. Fue bien cuando se trataba de soldar juntas «normales», planas o verticales. Pero lo de soldar una junta circular por dentro, de la forma circular de la tubería, ya fuera subiendo o bajando, era algo así como -nunca mejor dicho- «misión imposible», más imposible que “la cuadratura del círculo«, así que… saqué el coche del taller, recogí las pocas cosas que tenía en la casa donde dormíamos, y… ¡de vuelta a Gotemburgo!. Nunca más volví a saber del yugoslavo. El viaje de vuelta por Östersund fue realmente brutal, nada aburrido, unos 1000 km a una velocidad media de unos 30 km/h debido a la nieve que caía.
¡Después de esa desastrosa experiencia, me prometí no volver nunca más a Noruega!.

Lidiane Shayuri mostra a Liberdade, bairro japonês de SP                  –                   Chácara Santo Antônio, Santo Amaro
Modelos Monark que marcaram época | Monark                –                Blog By Marco Briceño A.: Algo de historia sobre las bicicletas Monark
História da Monark – Blog das Monaretas      –     Bicicletas Monark S/A
Bicicletas Monark S/A Rua Engenheiro Mesquita Sampaio, 782, Chácara Santo Antonio, São Paulo
Liberdade (bairro de São Paulo)Bairro da Liberdade – Cidade de São Paulo     –      Todos os bairros de São Paulo | VEJA SÃO PAULO
Bairros de São Paulo (cidade)          –         São Paulo – Fotos – UOL Viagem
Volta ao mundo em São Paulo – Destinos     –       Bairro da Liberdade – Cidadedesaopaulo
El Rastreador de Noticias » Los inmigrantes invisibles      –     Monteumbe; Transatlánticos de la Emigración
https://youtu.be/8kATGdoXvOY        –      https://youtu.be/kIaXJVR62Kw     –     https://youtu.be/3-EyBo3D2pY
https://diariodesalvador.com/arraial-dajuda-um-classico-turistico-da-costa-do-descobrimento/

Arraial d’Ajuda, ubicado al sur del Estado de Bahia, es un destino de playa que combina la historia y la naturaleza. Arraial d’Ajuda fue fundada en 1550 y en la actualidad es un importante destino de turismo. La ciudad de Arraial d’Ajuda está ubicada en el distrito de Porto Seguro, a 700 kilómetros al sur de Salvador, capital de Bahia. Para llegar a Arraial da Ajuda primero hay que arribar a Porto Seguro (a 4 km de distancia). Porto Seguro cuenta con aeropuerto y la terminal de micros. Desde Porto Seguro se deberá tomar una balsa (ferrys) y viajar 10 minutos para llegar a Arraial d’Ajuda. Arraial d’Ajuda tiene cerca de 20 kilómetros de playas. Cada playa tiene características propias, por lo cual se puede afirmar que hay playas para todos los gustos. […][ https://www.brasilturismo.com.ar/arraial-da-ajuda.php]

Cuenta además con una pequeña réplica del Cristo Redentor de Río de Janeiro. Una entre las “MAIS DE 400 CIDADES brasileiras que já copiaram o CRISTO REDENTOR CARIOCA”… […][https://cidadeeducadora.net/noticias/capa/mais-de-400-cidades-brasileiras-ja-copiaram-o-cristo-redentor-carioca/]

“Um vilarejo de pouco mais de 850 pessoas nos anos 80 – nativos e turistas do mundo todo que foram a passeio e por lá foram ficando -, transformou-se em um distrito com proporções de cidade, hoje com mais de 20 mil habitantes. A beleza de suas praias e sua natureza, harmonizada com o ar aconchegante de um vilarejo com uma estrutura de cidade grande, dão a Arraial d’Ajuda um potencial mais do que suficiente para atrair, no ano inteiro, milhares de  turistas de várias partes do Brasil e do Exterior.” […][https://diariodoturismo.com.br/agora-curta-voce-esta-em-arraial-dajuda-na-bahia/]

‘Descubierto por el movimiento hippie en los años 70, Arraial ganó fama internacional por su elegante sencillez. La ocupación desordenada convirtió calles y callejones en senderos entre el mar y el bosque. Seducidos por un ambiente especial, llegaron y se instalaron aventureros de los más diversos países, convirtiendo a Arraial en ‘el rincón del mundo’, como se le conoce. Sus 12 km de costa se encuentran entre los más bellos del litoral brasileño.’ […][https://www.visiteobrasil.com.br/nordeste/bahia/costa-do-descobrimento/arraial-dajuda]

https://www.dicasdeviagem.com/arraial-dajuda/
https://www.bahia.ws/pontos-turisticos-porto-seguro-cabralia-arraial-dajuda-trancoso/#fvp_137,5s
https://www.bahia.ws/pontos-turisticos-porto-seguro-cabralia-arraial-dajuda-trancoso/
https://comunidadnautica.com/arraial-dajuda-un-paraiso-en-porto-seguro/
Cristo Luz – Balneário Camboriú

BARRANQUILLA

Cuando llueve en Barranquilla…

Fue el 3 de junio del 2003, leo en la ahora vieja mini-agenda que entonces usaba, cuando por primera vez experimenté el ‘atravesar’ a pie  una calle inundada en San Nicolás de Tolentino (nombre antiguo de Barranquilla) cuando regresaba a la casa de la familia donde me hospedaba en esa ciudad. El “arroyo” que cubría la calle tendría –calculé- unos 40 cm de profundidad y allí me lancé con la perrita de raza pinscher -que viajaba conmigo- en brazos y la mochila con todos mis bártulos a la espalda.

Lo que no había calculado fueron dos cosas: La fuerza del agua (que hizo que casi me cayera tres veces). Que pudiese ser arrastrado hasta el río Magdalena y luego al mar Caribe y más tarde ser encontrado muerto, como ya ha ocurrido, según EL HERALDO, a casi 100 personas desde 1933. Según el mapa de arroyos que facilita este periódico debió ser el “Arroyo del Country” o Calle 76, ya que era por la zona ‘Carrera 46-Calle 76’ donde yo vivía. O que nuestros cuerpos nunca hubiesen sido encontrados si la fuerza del arroyo -que desemboca en el río Magdalena- nos hubiese llevado al mar Caribe y allí hubiésemos sido devorados por los tiburones de arrecife!.

Que por qué ocurre esto que sorprende a los que por primera vez visitan la ciudad?. Pues por lo visto Barranquilla carece de sistema de alcantarillado pluvial, de drenaje de agua de lluvias (la temporada de lluvias en Barranquilla se extiende de mayo a noviembre), formándose ríos rápidos conocidos como ‘arroyos’ que corren por las calles de la ciudad con tal fuerza que pueden arrastrar no solo a personas sino también a vehículos.

Y no solo eso. Las consecuencias van más allá. Universidad del Norte lo describe más detalladamente: “Los arroyos en la ciudad ocasionan inundaciones, pérdidas de vidas humanas, daños en la infraestructura urbana y redes de servicios públicos, daños ambientales, parálisis en la actividad comercial, industrial, educativa y en el transporte urbano y deterioro en la salud pública”.

Luego me informé de los dos ‘descubrimientos’ que hice, el de los “arroyos en Barranquilla” y el del follón (que se arma uno) con la nomenclatura urbana (cómo denominan a las calles en Barranquilla y Colombia en general). (Las calles y sus nombres originales cambiaron sus nombres originales en 1940). A grandes rasgos: Calles o Diagonales y Carreras o Transversales (antes llamadas callejones) denominadas así según su orientación geográfica.

Cómo no se vuelven locos con tant enredo en Colombia con estas denominaciones es algo que no entiendo.

Dejando a un lado estos dos ‘rompecabezas’, la gente de Barranquilla me pareció muy maja, muy ‘jatorra’. La familia con la que me hospedaba me llevó un día de ‘sightseeing’ en su coche y me mostró algunas de las atracciones de la ciudad y también –con orgullo- la casa donde vivió Shakira de pequeña, la ciudad de Cartagena haciendo una parada en el Volcán del Totumo y yo por mi cuenta visité Santa Marta. En definitiva, la impresión que me llevé de Colombia fue muy muy buena, aparte de la ‘experiencia del arroyo’ por el que casi casi fui arrastrado, que fue como para quitar el hipo a cualquiera!.

Barranquilla, ColombiaSanta Marta, ColombiaCartagena de Indias, Colombia
Drenaje de Barranquilla – Arroyos de Barranquilla
Bogotá y Barranquilla estarían más preparadas para afrontar el …
Avenidas, calles y carreras en Bogotá
Tome nota de los 14 arroyos que hay en Barranquilla para que no lo sorprendan
Autoridades no hallan a la joven que cayó en el arroyo de la 21
La menor estaba probando la temperatura del agua, cuando cayó en el arroyo.
Video: los estragos en Barranquilla por culpa de los arroyos
Cuando Llueve en Barranquilla – YouTube
Desde 1933 a la actualidad van más de 80 muertos por esta problemática en Barranquilla.
Así va la pelea de Barranquilla contra 3 arroyos peligrosos
El ‘Don Juan’, el arroyo en Barranquilla que asusta en cada aguacero
Así enfrentará Barranquilla las crisis por lluvias
Vídeo aficionado muestra cómo cayó joven en arroyo en Barranquilla
Menor que cayó en el arroyo de la carrera 21 fue encontrada en La Carbonera
¿Por qué se inundan las vías cada vez que llueve en Bucaramanga …

CURITIBA ya no es lo que era

Fue a principios de los años 90 que viajamos a Río de Janeiro con un billete ‘Air-Pass’ de 6 paradas (Porto Seguro, Salvador, Maceió, Manaus, Curitiba y Foz de Iguazú) y aprovechamos la cercanía para hacer escapadas a Ciudad del Este en Paraguay (‘tan solo 4 kilómetros desde el centro de Foz hasta el Puente de la Amistad’) y después a Oberá (268 km), Argentina, ciudad que fundaron los inmigrantes suecos hace ahora más de un siglo. En todos los destinos arriba mencionados pasamos varios días o semanas menos en uno en el que la estancia se limitó a una sola noche. Fue en la ciudad de Curitiba ubicada en un altiplano a unos 934 metros sobre el nivel del mar y capital del estado de Paraná. ‘Una de las ciudades más limpias de Brasil’, conocida como ‘ciudad ecológica’ desde la década de los 90 y famosa por su fenomenal sistema de transporte público (considerado como uno de los mejores del mundo) con carriles exclusivos para el tránsito rápido de autobuses y sus “estaciones–tubo”. Y lo único que recuerdo de nuestra estancia en esa ciudad son los famosos tubos de las paradas de autobuses -una de las grandes postales de la ciudad- y las calles peatonales del centro. He vivido en total más de 3 años en Brasil sumando todas las estancias y puedo asegurar que la sensación que se siente en Paraná, Río Grande del Sur y Santa Catarina, estados ‘al sur de la samba’, no es la que se siente en el resto de Brasil. Es como estar en Brasil y estar en otro país al mismo tiempo. Es una sensación diferente.

El Curitibano: Hasta el siglo XIX los habitantes de Curitiba eran indios, mestizos, portugueses y españoles. Más tarde la inmigración masiva dentro del ‘programa de colonización’ que llegó a los estados de Paraná, Río Grande del Sur y Santa Catarina a partir de 1850, estaba compuesta por alemanes, que empezaron a llegar en 1833, seguidos de poloneses (1871), italianos (1872), ucranianos (1895), japoneses (1915). Y sirios y libaneses.

Bonita ciudad (‘aún sin tener playa’) con patrimonio internacional y genes de prácticamente todos los continentes, como comenta la sueca Stella en el post ”Curitiba. | Om livet i Brasilien”: “Tú encuentras un barrio italiano, un bosque alemán y un parque japonés aquí”. O lo que le dijo su vecino: «Mi abuela materna es de Rusia, mi abuelo materno de Alemania, mi abuela paterna de Italia y mi abuelo paterno de Holanda, mis padres nacieron en Brasil, pero no está claro/definido lo que cualquiera de nosotros realmente somos.» (Leer ‘que no saben sin son rusos, alemanes, italianos, holandeses o brasileiros’…!).

Curitiba fue pionera en el sistema de metrobús o autobús de tránsito rápido (BTR), tenía fama de ciudad innovadora por su planificación urbana y sus éxitos en comparación con otras grandes ciudades de Brasil. Su modelo Bus Rapid Transit (BRT),  ‘la vaca sagrada de Curitiba’, fue copiado por unas 176 ciudades que usan ahora el sistema BRT en diferentes partes del planeta. También fue llamada «la envidia de los urbanistas de todo el mundo» por el sitio de viajes LonelyPlanet. (“It’s the envy of urban planners the world over”).

Hasta hace poco la ciudad solo recibía elogios: “La metrópolis brasileña más próspera, organizada y con mejor calidad de vida”, “ejemplo mundial en soluciones de urbanismo, educación y medio ambiente”, etc.. Pero parece ser que en los últimos años han surgido críticas que –según leo- comenzaron con el artículo publicado en un blog del rotativo francés “Le Monde” y luego otros sitios como “Gazeta do Povo” con el artículo “Ex-capital ecológica, Curitiba precisa reinventar sua marca”. (Páginas 8-12). Por lo visto lo que tenía de ciudad verde e innovadora la que fue ciudad modelo ha llegado a su fin. Debido a una explosión demográfica y expansión urbana el transporte público ha llegado a saturarse y en las estaciones-tubo los tiempos de espera se han alargado. La ciudad pasó de tener 150 000 habitantes en 1950 a ~ 1,8 millones en 2010.

“Los problemas de tránsito se agudizaron en los últimos años ante el aumento de la flota de vehículos particulares. De este modo, el uso del transporte público se ha reducido en Curitiba a un 48% y tiende a ir bajando”, escribe el diario paraguayo ABC.com. Y BBC MUNDO resalta que existen dudas en torno al sistema de buses que asombraron al mundo. Sobre la mesa parece que tienen la interrogante “Metrô subterrâneo’: Sí o No?”. El tiempo dirá quien tiene razón, los que dan la bienvenida al metro subterráneo o los que no.

En lo referente a Curitiba y sus habitantes, aunque casi lo único que se lee es que la mayoría son de origen europeo, que es una de las ciudades más ricas de Brasil, etc., etc., mencionar que muy poco se escribe sobre el lado desconocido de ‘la ciudad modelo’, por ejemplo de que también en Curitiba viven miles y miles en favelas, nada menos que un 9,3% dos curitibanos, según el diario GAZETA DO POVO!.

Según BEMPARANÁ.COM el estado (Paraná) alberga 308 áreas caracterizadas como favelas/asentamientos informales o ‘áreas de invasión’ y un 72,4% de estas se encuentran en Curitiba (223 comunidades con más de 160 mil habitantes). En total residen más de 217 mil paranaenses en ‘casas erguidas em áreas sem serviços básicos’.

“Estima-se que em 1980, a população que morava em favelas em Curitiba era de 19.574 indivíduos e que em 2000 passou para 166.468, um crescimento de 750%. Fora a capital, a outra cidade paranaense que aparece no estudo é Ponta Grossa, com crescimento anual de 16,1%”, escribe por ejemplo SISMMAC–Notícias Y lo titula “Serviços públicos não chegam às 122 favelas de Curitiba”/”A exclusão social na Capital Modelo | Blog Política em debate”.

Resumiendo, Brasil en los años 70 estaba muy bien. Pero hoy en día tanto Curitiba como Brasil en general parece que se encuentran mucho peor. Hace como unos 5 años hablé con una carioca que tenía un café-bar aquí en Gotemburgo y me dijo (viajaba varias veces al año a Río) que Brasil ‘se ha vuelto una mierda’. Que la gente…, que esto, que lo otro, que todo estaba peor. Que todo estaba mucho más caro que antes. Que una pizza por ejemplo, costaba más en Río que en Gotemburgo!.

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Curitiba
De viajera a turista en Curitiba
Curitiba, una ciudad cada vez menos ecológica
laviadelsur.tumblr.com/
www.curitiba.pr.gov.br/idioma/espanhol/curitibano
www.curitibafreewalking.com.br
Rede Integrada de Transporte de Curitiba
Jardim BotânicoTeatro Ópera de ArameMuseu Oscar NiemeyerParque BariguiJardim BotânicoRua XV de NovembroSetor HistóricoCentro CívicoMuseu Oscar NiemeyerÓpera de ArameTorre PanorâmicaSanta FelicidadeParque TanguáParques e Praças de CuritibaJardin botanique de CuritibaOpéra de ArameOscar Niemeyer Museum Parque BariguiWire Opera HouseBosque AlemãoBotanical Garden of CuritibaBosque de PortugalMunicipal Market of CuritibaParque Tanguá Parque Tingüi Paseo Público Rua XV de NovembroSt. Lawrence Park Ukranian Memorial Bosque do Papa

CAMBORIÚ – recuerdos chocantes

Pocos recuerdos (y chocantes) me quedan de mi visita a Camboriú al norte de Santa Catarina, Brasil, a finales de la década de los 90. Casi todos son negativos. Cuando mira uno las fotos de la orilla de la playa Central con todos sus interminables ‘rascacielos’ piensa uno que la playa de esta ciudad podría competir con la playa de Copacabana en Rio de Janeiro.

Pero qué más lejos de la verdad. Aparte del parecido de la Avenida Atlântica de Río con la Avenida Atlântica de Camboriú, de la Playa Central (~ 6-7 km) con la playa de Copacabana (~ 4 km), y del monumento Cristo Luz (que no existía cuando yo estuve allí) con el monumento Cristo Redentor, pues no hay mucho más!. Desde que salí de esa ciudad nunca he sentido ganas de volver a visitarla, como lo hice en otros sitios de Brasil como por ejemplo São Paulo y Río.

Si los mineiros son los ‘dueños’ de la ciudad-balneario Guaraparí, los argentinos lo son del Balneário Camboriú, ubicada a 10 km al sur de Itajaí, 96 km al sur de Joinville, ~ 80 km de Florianópolis y a ~ 220 de Curitiba. Esa fue mi primera impresión.

Cogí un piso en alquiler tan pronto llegué, en un edificio ubicado en la Tercera Avenida y lo primero que me extrañó fue la cantidad de argentinos que vivían allí, todos eran hombres y no curraban, se tiraban allí todo el puto día hablando. Tanto dentro como fuera del edificio. Antes de decidirme por alquilar el piso en este edificio estuve mirando otro piso en otro edificio y también allí vi lo mismo, que estaba ‘plagado’ de argentinos. Bueno, hasta ahí todo bien, siempre me cayeron bien los argentinos y también a parientes míos que emigraron a Buenos Aires allá por los años 50. Y todo me pareció bien cuando los visité en el barrio de Lanús donde vivían en 1970.

Mi primer choque con los argentinos fue cuando fui testigo de lo que ocurrió en el edificio donde había alquilado un apartamentito. Algo que hizo que alzara mis cejas por el asombro ante lo que vi. Resulta que sale una chavala de unos 20 años, mulata y muy guapa de un piso donde estaban unos cuantos argentinos reunidos en el pasillo y uno de ellos empieza a echarle una bronca de la hostia con imperativos y en tono muy despectivo, algo así como la forma (que se ve en películas) que hablaban los ‘blancos’ a los esclavos hace cientos de años. Le reprochaba que había hecho mal la limpieza del piso. Me quedé de piedra. Luego me enteré que cantidad de argentinos se habían mudado a Camboriú, comprado “apartamentos» de 1 habitación” (estudios), y que vivían de lo que ganaban con el alquiler de estos. Y que se les habían subido los humos a la cabeza como si fuesen ricos!. Sin duda, estos argentinos en Camboriú eran de otro tipo que los que viajan de vacaciones a la playa de Canasvieiras.

Mi segundo choque ocurrió un día que paseaba tranquilamente por la Avenida Atlántica. Entré en un bar tipo cafetería y vi que la chavala que servía se encontraba en estado de ‘shock’. Le pregunté qué le ocurría y me contestó que acababa de ver un muerto en la acera, un chaval que estaba limpiando la fachada de cristal (‘limpador de vidro’) del rascacielos donde nos encontrábamos colgado de dos cuerdas y un miniasiento y se había caído del andamio del piso veintitantos y estrellado en la acera frente a la cafetería. Debido al impacto de la caída sobre la acera debería el cuerpo haber quedado hecho papilla imagina uno. Cuando yo llegué ya había pasado todo, la ambulancia ya se había largado, en fin, salí después de un rato cuando ya estaba algo más tranquila y para mi sorpresa vi que el compañero de limpieza de fachada seguía allí arriba currando como si nada hubiese pasado!.

La tercera sorpresa fue una vez que un sábado subí a la azotea del edificio donde alquilaba el piso y vi que aquello parecía un ‘club de reuniones’. Nunca había visto tanta gente en una azotea. Noté que acostumbraban usar la azotea para reunirse los fines de semana, las mujeres se dedicaban a lavar ropa y colgarla para secar y los hombres a hacer la parrillada para el almuerzo. Y todo acompanhado de botellas de cerveza Brahma bien fresquitas!.

Ya una vez allí en Camboriú hice también dos escapaditas, una a Joinville y otra a Blumenau, que junto con Pomerode, tienen fama de ser ‘las ciudades más alemanas de Brasil’!. Blumenau es famosa también por su ‘Oktoberfest’, la segunda mayor fiesta de bebida del mundo después de Munich.

Resumiendo: No sé si hoy, casi dos décadas después, Camboriú me causaría otra impresión, mejor impresión quiero decir, lo que sé es que la impresión que me hizo entonces, daría yo una calificación de un 5 sobre un máximo de 10 puntos.

No hay que olvidar que es una ciudad muy joven, fundada en 1965, y quizá por eso se siente como una ciudad sin alma, sin identidad, me cuesta encontrar la definición perfecta de lo que experimenté, me recuerda al estereotipo despectivo “rubia tonta”, muy preocupada por su aspecto y materialista, pero de poca inteligencia y sentido común.  Camboriú: muy bonita en apariencia, pero una ciudad sin contenido, como cuando falta sal en la comida, sosa…

https://guia.melhoresdestinos.com.br/cristo-luz-balneario-camboriu-69-509-l.html
http://www.pentagonoalpinismo.com.br/santa-catarina/balneario-camboriu
Trabalhador morre ao cair de edifício na rua 3600 – Click Camboriú
G1 – Operário morre após andaime cair do 23º andar de prédio no …
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Homem se joga para morte em Balneário Camboriú – YouTube
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Blumenau, “Una ciudad alemana en Brasil”  –  Fundada a orillas del Río Itajaí en 1850 por Hermann Bruno Otto Blumenau
Joinville, Florianópolis, Blumenau, Itajaí
Conheça o melhor do litoral catarinense em um roteiro por terra …
Una por una, conocé las nueve playas de Balneario Camboriú
Playas de balneario Camboriu
https://youtu.be/WtqMh-DW6TE
https://youtu.be/AMZrQgU-hkk
https://youtu.be/nYaIvdaOXMw
https://youtu.be/znsGjA_Vqlg
https://youtu.be/bv48khM3HDI
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https://youtu.be/znsGjA_Vqlg
https://youtu.be/bv48khM3HDI

GUARAPARÍ – primeras impresiones

Fue a finales de los años 90 cuando visité Guaraparí, una de las ciudades-balneario brasileñas más famosas conocida como ‘Cidade Saúde’ y localizada concretamente en el estado de Espírito Santo. Había leído que la ciudad atraía a turistas por las arenas monacíticas “radiactivas” de su ‘Praia de Areia Preta’, buenas para los que sufrían de reumatismo.

Parece que la situación ha cambiado hoy, casi dos décadas después, pero en aquellos tiempos mi primera impresión fue la de una ciudad un poco sucia y aún así casi totalmente ocupada por turistas en verano.

La playa de arena negra sobre la que había leído estaba casi siempre semi-vacía. Y vi muy poca arena negra. Las playas preferidas y más animadas y concurridas eran ( y son) praia do Morro, praia das Castanheiras y praia dos Namorados.

Curré de camarero las dos últimas semanas del año en el chiringuito principal (había 3) de la Praia dos Namorados (hoy, después de la reforma “Programa de Recuperação Turística de Guarapari” el 2007, restaurante Caranguelua), ayudando a un brasileño pellirojo de origen español que arrendaba el chiringuito esa temporada y quedé asombrado de la barbaridad de mariscos que comían los brasileños.

Aparte de la famosa ‘moqueca capixaba’ servían también langostas que compraban de chavales muy jóvenes que venían al chiringuito con lo que habían ‘capturado’, no sé dónde, aunque imagino que sería en los manguezais (manglares) ubicados a orillas de la albufera a la izquierda del puente de Guarapari (Rodovia Jones dos Santos Neves) caminando del centro en dirección al bairro Muquiçaba. Los manglares son otra de las atracciones de la ciudad-balneario, donde aguas saladas remojan las raíces de los manglares al descubierto los días de marea baja.

Una actitud que me llamó la atención fue que los brasileños presumían de colocar las botellas de cerveza (vacías) que consumían encima de la mesa en la que comían y cuando intenté varias veces retirarlas me lo impidieron. Para ellos era como un ‘símbolo de status’, ‘de clase’, “cuantas más botellas de cerveza sobre la mesa más dinero tengo” o algo así de ridículo.

Me hospedaba en una super-habitación con baño que alquilé del propietario de la Padaria Guaraqueçaba, en la Avda. Ewerson de Abreu Sodré, 27, no muy lejos de las torres que bordean la Playa del Morro. Me encontraba en el patio de la primera planta encima de la panadería y ocurrió algo que hizo que finalmente me mudara. Observé una vez en el baño una línea vertical negra movediza del techo al suelo y que luego continuaba hacia el extremo izquierdo del cuarto de baño donde se encontraba el inodoro. Fui a ver más de cerca y vi que se trataba de millares de hormigas que, como en una autopista de cuatro carriles, se movían en dos carriles hacia arriba y en dos hacia abajo!. Empecé a deshacerme de ellas con todo tipo de instrumentos y medios y no hubo forma de conseguirlo. Finalmente empeoró la cosa, pues cuando les ‘corté’ su autopista, se esparcieron por todo el suelo y otras paredes de la habitación. Finalmente, como tanto suelo como paredes estaban revestidos de baldosa y azulejos, rocié alcohol de 96 grados toda la habitación y prendí fuego (!!!). Pero ni con esas. A los dos días estaba toda la habitación llena de hormigas otra vez. Así que acabó la cosa, como ya he mencionado antes, conque tuve que mudarme.

Recuerdo también que cuando pasaba -cerca de la panadería- junto al terreno de una casa grandísima abandonada, vi que había montones de mangos caídos de un árbol en el terreno. Nunca había visto un árbol tan ancho. Y nunca había yo probado un mango. Cogí uno y me lo comí como se come una manzana. Y… me quedé todo sucio en la cara y en las manos. Pero eso sí, riquísimo estaba!.

De vez en cuando hacía salidas a la capital del estado y a Vila Velha, “a cidade mais antiga do Estado”. Vitoria  como ciudad no me gustó mucho. Mucho mejor Vila Velha. De Vitoria recuerdo que una vez salió la noticia sobre un mendigo al que reporteros de un diario local habían estudiado/espiado a escondidas con cámara de vídeo y prismáticos desde una ventana al otro lado de la calle, durante –creo recordar- un par de meses, desde la hora que llegaba y se sentaba en la acera hasta la hora que recogía sus bártulos y muletas y se iba a su casa.

Los reporteros callejeros habían contabilizado cuánto dinero ganaba (recibía) mensualmente. Y era más del salario medio normal en aquellos años en Brasil!. Pero eso no fue todo. El notición fue que al llegar a su puesto cada día, y percatándose de que nadie lo viese, se sentaba y se remangaba el pantalón en una pierna y en esta hacía no sé qué artimañas que resultaba que en poco tiempo aparentaba la pierna como muy herida. Para que la gente sintiese pena de él y le diesen limosna.

No recuerdo el periódico en el que leí la noticia. Pero no se me ha olvidado aún la impresión que me hizo el leer y ver en la tele sobre cómo el falso mendigo se había ‘mofado’ de los capixabas!.

Resumiendo y volviendo al titular, la impresión general que me llevé de Guaraparí fue que -comparándola con otros sitios* costeros del país- no llega a su altura. No sé cómo se sentiría el visitar la ciudad ahora, después de la ‘modernización’.

* Me refiero a sitios como Camboriú, Guarujá, Paraty, Rio de Janeiro, Búzios, Arraial da Ajuda, Porto Seguro, Salvador, Maceió, Porto de Galinhas, Recife, Natal o Fortaleza. Es mi opinión, los turistas de Minas Gerais seguramente no piensan así. Para muchos de ellos es Guaraparí su ciudad favorita.
Praia do MorroTerra CapixabaEnseada Azul GuarapariMeaípePraia de SetibaMultiplace MaisLuazulAs escunasTrês PraiasEnseada AzulMeaípe
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https://youtu.be/AGLmihwIaR0
https://youtu.be/zaYstn82WX0
https://youtu.be/mx4G6K2VcU8
https://youtu.be/3ZjQGB69WAA
https://youtu.be/g7ivEMERVw0
https://youtu.be/Nr7_YIylfmI’

OBERÁ: los suecos, la tierra roja y mi primera impresión

Oberá, “la que brilla”, en lengua guaraní

Millares de suecos (leo en uno de los enlaces abajo la cifra de 10.000) abandonaron su país hace unos 120 años, en busca de una vida mejor en Brasil (Rio Grande do Sul). No les fue tan bien a los inmigrantes en la tierra natal del fútbol, la samba y el carnaval; muchos murieron, algunos regresaron, pero otros continuaron más al sur, a la región de la selva en la provincia de Misiones en Argentina (1913) y se ubicaron junto a Yerbal Viejo y lo bautizaron con el nombre de ‘Villa Svea’,  que más tarde se llamaría Oberá (1928), construida en su entorno, donde hoy viven más de 5.000 descendientes suecos de los que apenas 100 hablan hoy sueco.  El asentamiento original, Villa Svea, existe aún y allí se encuentra un cementerio sueco. De los cerca de 65.000 habitantes de Oberá, unos 2.000 son de ascendencia sueca, pero sólo unos pocos de la segunda generación de suecos hablan sueco.

Además de inmigrantes suecos está formado el crisol de razas de su población por alemanes, árabes, argentinos, brasileños, españoles, franceses, Italianos, japoneses, nórdicos, paraguayos, polacos, portugueses, checos, rusos, suizos, ucranianos y comunidad guaraní.

Mi primera impresión fue la imponente tierra roja y lo que más me dolió y menos me gustó de Oberá fue la mordida de un mosquito gigante a media noche – nunca había visto un mosquito tan grande en mi vida. Lo acribillé de un tortazo en la pared de madera de la barata pensión donde nos hospedamos y quedé sorprendido del diámetro de la mancha de sangre en la tabla de la pared de casi un centímetro!. También recuerdo que asistimos en un local a un espectáculo de tango, no recuerdo el nombre, quizás fue en la ‘Casa de la Cultura’. Hoy sí me arrepiento de no haber documentado la visita a Oberá con fotos y anotaciones de lo que hicimos. La cosa es que el cantante de tango fue algo increíble, mejor que el mismísimo Carlos Gardel!. Qué impresión nos hizo, era un tío muy alto y qué voz tenía!!!. También vimos algo de la Fiesta Nacional del Inmigrante.

La estancia en Oberá fue interesante por el exotismo del lugar, pero ‘no más’. No una ciudad a la que le gustaría a uno ‘mudarse para disfrutar de la vejez’. En nada de acuerdo pues con  el dicho “todo aquel que se ha manchado con tierra colorada ya no la abandona”. Dormir todos los días del año con mosquitera es algo que uno no añora precisamente.

** Los primeros colonos el año 1913 fueron los hermanos Adolf, Hilmer y Allan Lindström, y Linus Hultgren y Herman Källsten.  Den falske ingenjören och andra svenska spår i Argentina – E-bok‎
De bortglömda svenska utvandrarna | SvD
De lämnade Sverige för ett liv i Argentina – Gefle Dagblad
Den stora utvandringen från Kiruna – Nyheter – NSD.se
Svenska Magasinet – Nu har Rolf slagit ned sina bopålar i Oberá
Svenskar i Sydamerika | Popularhistoria.se
Swedish-Argentines

MISIONES Y LOS MOSQUITOS

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Oberá – Tierra de Inmigrantes – Region Litoral
https://www.google.com/maps/@-27.4901377,-55.1275896,13.99z?hl=sv-SE
Maneras no habituales de prevenir las picaduras de los mosquitos
Inmigración sueca_en Argentina
www.amigosdemisiones.com/historia
www.fiestadelinmigrante.com.ar/obera/
https://www.svd.se/de-bortglomda-svenska-utvandrarna/om/varlden
https://www.panoramio.com/user/27985?photo_page=14
Cultura La vida de un sueco en Argentina. Oberá, el pueblo sueco.(de …
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Oberá, la ciudad sueca en Argentina
Inmigración sueca en Argentina
En busca del “verano eterno” los inmigrantes suecos vinieron a …
Oberá, colonia de suecos, suizos, polacos… | Suizos en Misiones
Masacre de Oberá
El Centro Vasco ‘Euskal Jatorri’ de Posadas, Argentina … – EuskalKultura
Vascos estarán en el desfile de la Fiesta del Inmigrante – El Territorio
Restaurante Enguete en Obera, sucursal de A N C De Vaca 340 …
El Euskal Jatorri de Misiones llevó la ikurriña por … – EuskalKultura.com
Historia de Oberá: Historia de la ciudad y la zona – Welcome Argentina
Lugares de Oberá: Parque Sueco, Villa Svea, Oberá
Fantasmas deambulan en cementerio sueco de Oberá – cronica
Países Nórdicos – La Colectividad – Fiesta Nacional del Inmigrante
REGION DE LA SELVA EN MISIONES, ARGENTINA, TURISMO …
Provincia de MisionesSelva misionera
La tierra colorada de Misiones
http://turismoparadisemisiones.com/blog/category/conozca-misiones/

9 razones por las que NO deberías viajar a COSTA RICA

Algo sobre los aspectos negativos y por los que yo no quisiera fijar mi residencia de forma permenente en Costa Rica

Esta fue mi experiencia:

1- IDOLATRÍA A TURISTAS DE EE.UU., CANADÁ, SUIZA, SUECIA Y ALEMANIA…!

Es fácil encontrar montones de artículos e información que resaltan los grandes beneficios de vivir en Costa Rica. Pero ¿puede todo ser tan perfecto como muchos artículos de revistas de viajes y blogs lo describen?. Mi experiencia personal me dijo claramente que NO!. No se puede negar que Costa Rica es un país increíblemente bonito y con mucho que ofrecer. Este país centroamericano tiene literalmente todo. Pero ‘en todas partes cuecen habas’ y también en Costa Rica. Nadie discute el lado salvaje de la belleza natural de Costa Rica, con sus bosques lluviosos, volcanes, ríos, cascadas, sitios turísticos, selvas tropicales, vida silvestre, exuberantes valles, etc., etc., etc.. Pero el otro lado de la cara presenta cosas negativas, una de las que recuerdo es cómo los ticos (sobre todo las ticas) ‘idolatraban’ a turistas estadounidenses, canadienses, suizos, suecos y alemanes. Vi esto en los hoteles y pensiones donde me hospedé. Los trataban como a dioses!. Cómo les ‘chupaban el culo’, como creyendo que los turistas de estas nacionalidades fuesen sinónimos de millonarios…!!!. ¡Horrible!. ¡Ridículo!. Quedé ‘espeluznado’.

2- AMABILIDAD DE LOS TICOS?

Tanta paliza en los medios con el lema en sobredosis “pura vida” de los lugareños, los llamados “ticos”, de su amabilidad, de que los costarricenses son la gente más feliz del mundo, bla, bla, bla. ¡Cuanta mentira!. Gente mucho más amable y divertida encontré yo en Brasil donde viví bastantes años, en Ecuador y en Colombia. Más destacaría yo como el lema nacional costarricense la palabra “mañana”, que significa para los ticos no mañana sino ‘no hoy’ o ‘sabe Dios cuándo!’.

3- INFRAESTRUCTURA!

Bien conocido es que la infraestructura de transporte terrestre es un desastre y más aún en temporada de lluvias.

4- PAÍS SEGURO (?!)

Se escribe mucho acerca de que Costa Rica es un país SEGURO… Y qué decir entonces de que casi todos los propietarios de casas en el país viven tras las rejas por inseguridad, que las convierten en jaulas mortales ante incendios???

Alambres, rejas y muros hacen de San José una ciudad cautiva
http://www.nacion.com/ocio/artes/Alambres-San-Jose-ciudad-cautiva_0_1178882242.html

5- INSECTOS (que ahora pueden transportar el dengue!!!)

Visité unas cuantas ciudades del país de norte a sur y del Pacífico al Atlántico y el recuerdo más vivo que tengo es mucho más negativo que positivo ya que salí horrorizado entre otras cosas, de las picaduras de mosquitos y otros insectos. Estando de visita, como viejo diexista, a Radio for Peace International, creo que fue en Santa Ana, y charlando con un costarricense en la entrada a los estudios de la emisora, un ‘moscón’ (de color azul) ‘aterrizó’ encima de mi ojo derecho en la frente y cuando iba a darle un tortazo con la mano me frenó el tico con un grito diciendo que aquellas moscas eran muy peligrosas, que se perforaban dentro de la piel, que ‘plantaban huevos’ y no sé qué historias más!!!. Hay Dios!. Casi me da un patatús!.

De Playa del Coco salí aterrorizado en el primer autobús que salía de vuelta a San José después de que los mosquitos casi me comieran la primera noche que dormí allí.

Puede que no estés muy lejos de sufrir un ataque al corazón si a media noche te despiertas como yo lo hice en una pensión de San José -regentada por una mujer de raza negra muy amable- por los batidos de alas de un gigantesco murciélago en el techo de madera de la habitación. Después de eso: revisión y sacudido de las mantas de la cama antes de acostarse cada noche. Otra noche me desperté de los porrrazos que dio en la puerta de la habitación una tica que solía estar en el bar de la pensión a veces charlando con un suizo calvo y ‘cincuentón’ que presumía a diario en el bar-comedor mostrando los planos de la casa que iba a construir en Playa del Coco dándoselas de rico, de alguien que tenía ‘pasta’ para impresionar a las ticas que se sentaban a su lado en la mesa… Y cuando abrí la puerta me gritó la chavala toda cabreada: ¿Dónde está el suizo!!!???. Por lo visto había marcado cita con él y este la plantó y ella pensaba que vivía en mi habitación cuando en realidad se alojaba en el piso debajo del mío.

En un viaje en autobús de regreso de Puerto Limón a San José, no sé qué bichos serían, si hormigas o algún tipo de arañas, las que me mordieron en los pies cuando me quité los zapatos y los calcetines al hacer una paradita de descanso en el viaje en una playa. ¡Cómo picaban las manchitas rojas en las plantas de los pies!. Moraleja: ir siempre que puedas con pantalón largo, calcetines y zapatos puestos, camisa mangas-largas y acompañado de un fuerte repelente. Y mosquitera para dormir.

6- SISMOS!

No recuerdo tampoco el año exacto de mi viaje a Costa Rica, si fue a finales de los años 80 o principios de los 90. Pero en la misma pensión, otra noche me desperté debido a que sentí movimientos longitudinales de la cama de madera en la que dormía y pensé en un principio que estaba soñando pero luego me di cuenta de que era realidad, que la cama se movía ‘pa lante’ y ‘pa trás’ (!). Duró – calculé -unos 15-25 segundos. Bajé al comedor del bar de la pensión a desayunar y comenté a los que estaban en el bar comedor todo aturdido y con gestos la terrible experiencia que había vivido la pasada noche. Y para mi sorpresa me contestaron: “Si sólo fue un temblor de 4.3!!!” (ó 4.7), no recuerdo bien. “Si esto es pan de cada día en Costa Rica!”. Se rieron de mi. O sea, que a los lugareños no les impresionó en absoluto y a mi el terremoto, seísmo, temblor de tierra o movimiento telúrico, casi me mata del susto!!!. Manda huevos!. Costa Rica posee más de 100 focos volcánicos y es uno de los países con mayor actividad sísmica!.

7- PLAYAS IDÍLICAS Y VACÍAS DE GENTE?

Referente a quienes describen sus “playas kilométricas, idílicas y a menudo vacías de gente” como una atracción turística, decir que para mí significan esas playas justo lo contrario. El que las playas a menudo estén vacías depende de muchas cosas: corrientes de resaca, geomorfología de estas, fuertes oleajes, bichos que te pican en los pies, etc., etc., etc..

Con decir que entre 2001 y 2012 hubo en el país 1.391 ahogamientos creo que es suficiente. [Las corrientes de resaca en las playas de Costa Rica: Un problemade primer orden] (Undercurrent on the beaches of Costa Rica: A major problem).

8- DEMASIADOS EXPATRIADOS Y TURISTAS YANQUIS!

Los encuentras por todas partes. ¿Qué cosa es más decepcionante hay que viajar a un país lejano y encontrarte con montones de gente de otros países un poco por todas partes?. Sobre todo – fue mi experiencia personal- los que procedían de EE.UU., Alemania y Suiza… ¡Qué creídos!. ¡Qué chulos!.

9- ARMERÍAS!

En una calle cercana al Teatro Nacional en el centro de San José («Chepe» en términos coloquiales) me llevé una gran sorpresa al ver el escaparate de una armería todo lleno de todo tipo de armas. Nunca había visto un escaparate así!. Un español que por lo visto llevaba más tiempo que yo en Costa Rica y que pasaba por allí vio mi cara de sorpresa y me dijo: “ Sí, sí, aquí en Costa Rica entras a una armería vacío y puedes salir armado como «Rambo»!.  Y luego presumen de que el país es SEGURO!!!.

Si tú que lees esto no has viajado a Costa Rica, mi consejo es que no te dejes deslumbrar por las descripciones que leas en revistas de viajes y que ponen a Costa Rica más arriba que el cielo. O en artículos como este que lees, que es el de mi experiencia personal. Mejor que visites el país “sin mayores expectativas” y saques tu propia conclusión.

“Antes, las personas compraban un arma por diversión o por prevenir alguna eventualidad; ahora buscamos la manera de protegernos ya que ni la Policía ni las leyes de este país nos amparan ante la ola de delincuencia”. [Fuente: Nombre: Ricardo Montealegre – Relación: Empresario – 370 ticos se arman cada mes para protegerse del hampa]

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