Pérez Rubalcaba exhibe un buen balance como ministro, pero le está creciendo un faisán incómodo
EL futuro de este gobierno y, singularmente, de su presidente es un extraño jeroglífico cuya resolución está en función de improbables casualidades y difíciles coincidencias. […]
El derrumbe andaluz socialista agotaría un caladero de votos que, en momentos de turbulencia y debidamente excitados por la maquinaria electoral y demagógica del partido, podría ayudar a aguantar el tipo, pero con la que está cayendo parece probable que hasta perdiera el gobierno autonómico, todo un símbolo de fin de ciclo y de era.
Dichos factores, más alguno referente a la destrucción de empleo que puede crearle en el sector servicios la ley antitabaco, dibujan un escenario de contrariedades que exigirán mucha finura en el uso del bisturí. Y a veces parece que ZP opere con guantes de boxeador. [CARLOS HERRERA / abc.es]