Thomas Salme – ‘el piloto falso’

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«Empezó como una cosa divertida»

Ya durante el primer vuelo con la aerolínea Air One pudo Thomas Salme tomar el control de un Boeing 737.

– Se sentía natural, pero estaba un poco nervioso, dice.

No es de extrañar.

Él no tenía licencia (título) de piloto y sólo había volado antes el avión en un simulador.

Hoy cuenta en exclusiva para el Expressen cómo él durante 13 años engañó a las compañías aéreas y a las autoridades de aviación.

Son días ajetreados para Thomas Salme. Periodistas de todo el mundo están en cola para hablar con el sueco de 41 años de edad.

Un diario neerlandés acaba de entrevistarlo en Milán, donde vive desde hace muchos años, la televisión estadounidense está la siguiente en la cola. Todo el mundo quiere escuchar la historia del piloto sueco que trabajó durante 13 años sin licencia (título de piloto), sin formación formal de los aviones de pasajeros que volaba.

Un poco como Leonardo DiCaprio en la película «Atrápame si puedes» -«Catch me if you can«.

– La vi hace bien poco, era muy divertida. Pero nunca voló los aviones, él se ponía sólo el uniforme. Tendrán que hacer «Catch Me If You Can 2» ahora.

Thomas Salme es a menudo llamado «el piloto falso» en los titulares. Es a la vez verdadero y no.

Es cierto que no tenía licencia verdadera, pero él podía indudablemente volar. Y los empresarios estaban satisfechos.

– Era un piloto muy bueno, dice Can Daglioglu, jefe de prensa de la aerolínea turca Corendon, último trabajo del sueco.

– Estamos todos muy chocados. Nadie podría haber imaginado un final así. Había volado más de 10.000 horas.

El sueño de Thomas Salme de convertirse en piloto se inició muy temprano. Se acuerda de cómo él cuando tenía ocho años, acostumbraba acompañar a su padre al aeropuerto de Arlanda (Estocolmo) y fotografiaba aviones.

– Estaba fascinado por ellos. Después de eso siempre quise ser piloto comercial. Volar y ver el mundo. La sensación de libertad.

Estudió cuatro años en la línea técnica de la escuela secundaria y tenía planes para solicitar a la escuela superior de tráfico aéreo pero la guerra del Golfo de 1991 dio lugar a una menor demanda de pilotos. En cambio, tomó certificado privado de aviones pequeños en la escuela de vuelo en Bromma.

– Muchos de mis compañeros de clase se largaron a los EE.UU. después y continuaron su formación como pilotos comerciales. Pero yo no tenía dinero para eso.

Poco después, sin embargo, aprendió a conocer a un técnico que trabajaba en la academia de aviación de la SAS. El técnico se hacía cargo de los simuladores de vuelo de la aerolínea y ofreció a Thomas Salme la oportunidad de ir allí por las noches y probar. Allí tuvo la oportunidad de volar aviones grandes como el McDonnell Douglas MD80 como y el Boeing 737.

– Fue sobre todo una cosa divertida al principio. La primera vez que me senté en la cabina de piloto, ni siquiera pude poner en marcha los motores.

Así que Tomás Salme adquirió  los manuales de los diferentes aviones y se fue a casa y se puso a estudiarlos. Y empolló. Volvió al simulador una docena de veces en poco más de un año.

– Me di cuenta de que todo iba bien. Tenía buenas notas de la escuela de Bromma y todo se sentía muy natural. Esto lo dominaba yo. Despegué y aterricé sin problemas.

– Acostumbraba a programar aeropuertos emocionantes como el JFK en Nueva York o el antiguo aeropuerto de Hong Kong.

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Y una idea comenzó a crecer en su cabeza. Tal vez pudiera realizar su sueño de todos modos, sin la formación cara en el extranjero.

– Empecé a sentir que esto de certificado (título) quizá no fuese tan importante. Era sobre todo sólo un pedazo de papel.

Un trozo de papel que finalmente lo fabricó él mismo.  Una licencia de aviación no es como una licencia de conducir o una tarjeta de identificación. La licencia sueca viene en formato A5 y tiene pinta bastante primitiva.

– No quiero contar exactamente cómo lo hice, pero fue bastante banal. No tenía pinta profesional.

Pero al parecer, fue suficiente. Salme Thomas buscó su primer trabajo en la italiana Air One. Fue convocado a una prueba de simulador de vuelo en Dublín, donde la empresa se alquiló.

– Hice la prueba durante cuatro horas en diferentes condiciones, todo desde fuertes vientos hasta volar con un solo motor. Todo fue bien y después me dijeron: «Gran trabajo, Thomas, usted conseguirá el trabajo!»

Y así fue. Pero al parecer, la línea aérea no hizo ningún control. Habría sido suficiente con una llamada de verificación a la Dirección Sueca de Transportes y entonces los italianos habían sido capaces de descubrir el engaño.

– Será la lección para Europa de esto, dice Thomas Salme. Se supone que no debe ser tán fácil engañar. Yo mismo quedé sorprendido.

Anders Lundblad, jefe de prensa de la Dirección de Transportes concuerda:

– Tenemos que empezar a ver cómo diseñamos  los certificados (títulos). Son un poco demasiado fáciles de falsificar en la actualidad.

En abril de 1997 comenzó Thomas Salme su nuevo trabajo. Como ‘styrman’ en un 737. El sueño de convertirse en piloto se había hecho realidad.

– No me acuerdo mucho de esa primera semana. Me concentré muy duro en hacer mi trabajo. Todo era muy similar a lo del simulador. Pensé más bien que era más fácil volar de verdad.

– Las noches en los hoteles me dedicaba luego a empollar sobre el avión.

Él no estaba por supuesto sólo en el Boeing. Es el capitán del avión quien es el jefe, pero el ‘styrman’ – que está en el puesto de la derecha – a menudo puede tomar el control.

– En un vuelo puede el capitán, por ejemplo, cuidar del despegue y aterrizaje en la ida y el ‘styrman’ en el vuelo de regreso. Así que volé desde el primer momento.

Y Thomas Salme cuidaba su trabajo. Lo hizo tan bien que después de un par de años fue seleccionado por la línea Air One para continuar su formación a capitán.

– Como piloto te hacen pasar un test en el simulador dos veces al año. Siempre aprobé todas las pruebas y exámenes médicos.

En el simulador el piloto a menudo debe hacer frente y salir airoso de diversas situaciones de crisis. Tohmas Salme tuvo algunos incidentes en la vida real también.

– Una vez iba a aterrizar en Pantelleria, una pequeña isla a las afueras de Sicilia con una pista muy corta. Justo antes de aterrizar, fue aspirada un águila o un halcón en un motor.

– Se apagó, pero aterricé sin problemas. La aerolínea me dio elogios después.

Nadie sabía de su estafa. Ni siquiera su esposa Giovanna o su padre Heikki. Y a pesar de que a través de los años trabajó para varias compañías diferentes, nadie descubrió su certificado falso.

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Pero entonces, la Dirección Sueca de Transportes recibió un ‘tips’:

– Habíamos recibido previamente una pregunta de una empresa sobre él y entonces respondimos que no figuraba en nuestro sistema, dice el jefe de prensa de la Dirección de Transportes Anders Lundblad.

– Luego tuvimos ‘tips’ de que a pesar de eso él seguía activo y entonces dimos la alarma a las autoridades.

Fue la policía holandesa la que lo detuvo. Thomas Salme iba justo a subir a bordo y volar un Boeing 737 de Amsterdam a Ankara con 101 pasajeros a bordo. Un par de agentes de policía y representantes de las autoridades de aviación neerlandesa estaban esperando en la ‘gate’.

– Tuve la sensación de que algo andaba mal. Dijeron que era un control rutinario pero pronto me di cuenta de qué se trataba. Fuimos a la oficina y reconocí al instante.

– Ellos quedaron totalmente sorprendidos. Pero para mí fue una especie de alivio. Yo sabía que lo que estaba haciendo estaba mal. Es pesado vivir con una mentira. Pero nunca sentí que estaba exponiendo a los pasajeros a ningún peligro. Yo soy un buen piloto.

Lo metieron al calabozo durante dos semanas pero luego fue puesto en libertad a la espera del juicio. La familia en Italia quedó, por supuesto, conmocionada por lo sucedido, pero algún tipo de ira apenas ha confrontado Thomas Salme.

– No, he recibido muchas reacciones después de que esto llegara a ser conocido, pero la mayoría son realmente positivas. También la policía en Holanda fue terriblemente agradable. Tuve hasta que escribir autógrafos.

La sentencia de Thomas Salme fue de 2 000 euros de multa (alrededor de 20 000 coronas suecas) y prohibición de volar durante un año. Aunque volar no puede de ninguna de las maneras, ya que carece de certificado.

– Ya veremos. Tal vez trate de sacar licencia en el futuro. Quién sabe, alguna empresa quizá esté interesada en contratarme.

Parado de cualquier forma no está. Y tiene dos hijos, de once y siete años, que mantener.

– Soy fotógrafo y trabajo mucho con la moda. He fotografiado entre otros para Lamborghini y su calendario. Si habría podido trabajar como piloto unos años más y después dedicarme a la fotografía a tiempo completo habría sido la persona más feliz del mundo.

Pero las cosas no salieron así. Pero tiene en cambio un nuevo proyecto en marcha.

La historia de su vida se va a convertir en un libro. Seguro que puede ser una película bastante decente, también. [Falske piloten: «Började som en kul grej»/expressen.se]

www.dailymail.co.uk/news/worldnews/article-12…

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