Veinticinco años después de su muerte –se cumplieron el 2 de diciembre– la figura de Pablo Escobar, el que fuera el hombre más buscado de Colombia, líder del cártel de Medellín, sigue muy viva. A ello han contribuido series de televisión, documentales y libros –publicados por su hermano, su hijo, una de sus amantes (Virginia Vallejo) y, ahora, su viuda–. Si bien, algunos han servido de vehículo para pedir perdón a las víctimas, otros han alimentado su leyenda. […]
Frente a esta comercialización de la figura de Escobar, Colombia está intentado frenar esa apología enterrando la leyenda, al menos parte de ella. El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, confirmó esta semana la fecha elegida –los próximos 21 y 22 de febrero– para demoler uno de las paradas emblemáticas de los «narcotours», el edificio Mónaco. […]
Pero este gesto no convence a todos. «Ese lugar fue importante para nosotros, como también la Hacienda Nápoles, que es un centro turístico importante. No sé cuál es la diferencia, habría que preguntarle al alcalde de Medellín cuál es la diferencia entre el edificio Mónaco y la Hacienda Nápoles», explicaba esta semana a ABC, Victoria Eugenia Henao, la viuda del capo, con motivo de la publicación en España de su libro «Pablo Escobar: Mi vida y mi cárcel» (Península). «El Estado colombiano se apropió de todas las propiedades de Pablo Escobar y me parece que está en todo su derecho. Para mí ya pasó. Pero lo que más me importa es que con estas propiedades puedan resarcir un poco a las víctimas que sufrieron tanta guerra y tanto horror». […] [Colombia quiere «derribar» la leyenda del «Patrón del mal» – ABC.es]