Así se construyó Sewiaka, el octavo pueblo indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta
Para levantar este poblado, el ejército tuvo que transportar algunos materiales en helicóptero.
Los kogui tendrán un espacio comunal con un comedor escolar, cinco aulas escolares, un internado, una biblioteca, un centro de reuniones, dos baterías sanitarias y una casa de paso.
A Sewiaka, octavo pueblo indígena construido en plena Sierra Nevada de Santa Marta luego de un proceso de concertación entre el Gobierno Nacional y la Organización Gonawindúa Tayrona, sólo es posible llegar de tres maneras: caminando, a lomo de mula o en helicóptero.
El pueblo, que será entregado hoy por el presidente Álvaro Uribe, está ubicado a casi dos horas a pie del corregimiento de Palomino (La Guajira), en la cuenca del río del mismo nombre, en límites con el departamento del Magdalena. Allí, donde hoy se encuentran 50 viviendas tradicionales y una casa ceremonial que serán habitadas por familias kogui, hace unas décadas hubo cultivos de marihuana y de coca.
La falta de vías de acceso por poco da al traste con este proyecto que busca frenar la colonización en el macizo montañoso. Aunque en abril del 2009 se inició la compra de los 18 predios de 300 hectáreas donde sería levantado el pueblo, las obras civiles sólo comenzaron a ejecutarse en diciembre pasado.
«La construcción de este pueblo fue muy difícil porque no podíamos subir los materiales», cuenta Edward Álvarez, gerente del cordón ambiental y tradicional de la Sierra. El año pasado, el cabildo gobernador de Gonawindúa Tayrona, José de los Santos Sauna, le pidió apoyo al comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla de León, para que la construcción de Sewiaka fuera posible. Y a comienzos de este año, los helicópteros del Ejército que llevan provisiones a las tropas que prestan seguridad en la Sierra se encargaron de transportar bultos de cemento, láminas de teja y madera, que a lomo de mula hubiera sido casi imposible.
En Sewiaka, los indígenas también tendrán un espacio comunal donde funcionarán un comedor escolar, cinco aulas escolares, un internado, una biblioteca, un centro de reuniones, dos baterías sanitarias y una casa de paso. En esta última, habrá dos consultorios, uno para medicina general y otro para enfermería.
«Nosotros cuando estuvimos en la (parte alta) Sierra no tuvimos en cuenta las zonas bajas que han sido muy destruidas y se han visto guaqueadas, la madre naturaleza, los sitios sagrados, los seres vivos, por eso nos vimos obligados a bajar acá para fortalecer lo que queda», dijo el mamo Alfonso, en su lengua, a través de un intérprete, a un grupo de periodistas que lo visitaron. […] [eltiempo.com/Así se construyó Sewiaka, el octavo pueblo indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta]