La severa crisis económica que vive Grecia y la ausencia de instrumentos en la Unión Europea para acudir en rescate de uno de sus miembros, han puesto en evidencia serias falencias del sistema de convergencia macroeconómica que sirve de soporte a la Unión Monetaria.
Si no se logra una solución pronta y eficaz de la crisis griega o si la pérdida de confianza se extiende por la situación -también grave- que viven España, Portugal, e Irlanda; estaríamos a las puertas del primero y más serio tropiezo que ha tenido que afrontar la Eurozona.
Los criterios de convergencia macroeconómica establecidos en el Tratado de Maastricht determinan que los miembros no deben sobrepasar el 3 por ciento de déficit fiscal ni su deuda pública puede sobrepasar el 60 por ciento del PIB; pero el déficit fiscal griego es del 13 por ciento, su deuda pública asciende al 120 por ciento del PIB, y necesitará en los próximos meses un financiamiento fresco de 23.000 millones de euros.
Un eventual colapso de la economía griega simbolizaría la ineficacia de la Unión Monetaria para garantizar el cumplimiento de las mencionadas metas, pues ha quedado en evidencia el desfase entre la fijación comunitaria de los parámetros; al mismo tiempo que los países mantienen autonomía sobre el manejo de los precios. […]
Resulta lamentable que sean precisamente los países que han obtenido abundante ayuda (España recibió más de 120.000 millones de dólares desde que inició la Unión Europea), los que ahora presentan severos problemas fiscales y de endeudamiento. Resulta claro entonces que estos países además de beneficiarse con cierto parasitismo de los recursos comunitarios, no han hecho el debido esfuerzo fiscal. […] [www.portafolio.com.co/opinion/analisis/grecia-sepulcro-del-euro_7370853-3]