Nacieron en México y les habían pronosticado sólo tres días de vida, que la operación para separarla podría implicar la muerte o largos años de cuidados intensivos. Contra todos los pronósticos permanecieron juntas y emigraron a los Estados Unidos junto a su familia. Hoy, 18 años después, las siamesas Carmen y Lupita Andrade le muestran al mundo que sí pueden. […][la historia de Carmen y Lupita, las siamesas que … – La Nación]