La prohibición de fumar entró en efecto a finales de junio, y la obediencia de los usuarios y turistas ha sorprendido gratamente incluso al funcionario municipal que tuvo la idea, el vicealcalde para la protección del medio ambiente.
Una pequeña población de la Provenza ha logrado atraer más turistas al transformar una sección de su playa en la primera de Francia en la que no estará permitido fumar.
Limitaciones similares en los cafés, bares y restaurantes franceses han comenzado finalmente a surtir efecto en un país donde dar unas bocanadas era casi una pasión nacional, informó AP.
Los turistas que llegan a la «Plage Lumiere» (Playa luminosa) entran por un arco que les advierte sobre la prohibición de fumar, y dos ceniceros sujetos a los postes de entrada facilitan la recogida de colillas antes de que los usuarios puedan usar sus bronceadores y cremas para la piel.
«No impedimos que los fumadores acudan a otros lugares, pero esta sección queremos reservarla para los no fumadores, para la madres y los niños, para que puedan hacer castillos de arena y no castillos de colillas», dijo Collura.
La población de La Ciotat se triplica en el estío, con multitud de extranjeros que se suman en su playa a los residente de Marsella.
La población, con 34.000 habitantes, es la cuna de la petanca, el juego de bolos tradicional de la Provenza. [eluniversal.com]