El perro de Umeå de nombre Figo ha sido mordido por una garrapata a mitad del invierno. Su dueña Marika Lundström descubrió la mordedura cuando Figo regresó a casa después de haber estado fuera a 20 grados bajo cero.
Ulrika Forshell de al Facultad estatal de medicina veterinaria ( Statens veterinärmedicinska anstalt) ve la mordedura como una sensación. Las garrapatas en la naturaleza sueca no suelen ser activas en invierno.
-En el frío suelen encontrarse en un estado similar al de hibernación, dice Forshell al periódico Västerbottens-Kuriren. [www.vk.se/Article.jsp?article=328354] (TT)