Como dijo Pehr G Gyllenhammar, los modelos Volvo son cada vez más feos y en mi opinión, al ver este último nuevo modelo, el Volvo EM90, como que los chinos se han pasado 4 pueblos.
Ya la última tanda de nuevos modelos es un desastre, todos son feos.
Antes los modelos Volvo eran reconocibles desde distancias de unos 50-100 metros. Tenían diseño propio, único.
Hoy en día, para saber si es un modelo Volvo, casi casi hay que mirar a la parrilla y al logotipo del coche para saber si el coche que analizas es Volvo o es algúna otra marca.
Casi todos las marcas en los últimos años se copian unas a otras y han olvidado casi por completo el diseño propio que antes identificaba a cada marca.
Y al ver ahora este último modelo hace como una semana, casi me desmayo.
Dónde está el diseño Volvo?.
Los chinos lo han enterrado por completo. Ya no existe. Es una pena. Como decían en mi pueblo: “Manda huevos!”.
Así opinaba Per G Gyllenhammar sobre los modelos Volvo cuando empezaron a ‘masacrar’ todo lo que antes identificaba al diseño/marca Volvo:
PG Gyllenhammar sobre el Volvo XC90: «En primer lugar, era feo…»
Bofetada del exjefe de Volvo contra Volvo Cars
Pehr G Gyllenhammar no parece impresionado con lo que se ha convertido Volvo Cars. Cuando probó el Volvo XC90, pensó que era feo, demasiado tosco y que ofrecía una vista demasiado mala.
– A mí no me gustó, y a mi mujer tampoco,dijo a TT.
Desde los años 90, Pehr G Gyllenhammar vive en el extranjero, excepto algunos años en los años 2000. Pero este hombre de 85 años, que ahora vive en Toronto, no ha olvidado su tierra natal. En octubre, publicará el libro «Perspektiv» en el que escribe mucho sobre el desarrollo de Suecia y su época como jefe de Volvo. A Gyllenhammar a menudo se le ha llamado «Mr Volvo». Entre 1971 y 1993 fue director general y presidente del fabricante de vehículos sueco.
Según TT, en su libro ha dedicado un capítulo entero a la innovación. Allí destaca, entre otras cosas, cómo él, como jefe de Volvo, intentó eliminar la producción en cadena de las fábricas del fabricante de vehículos. Se trataba de producir el clásico Volvo 240 de los años 80, un coche que en su momento pudo afirmar con seguridad que era «el coche más seguro del mundo, uno de los coches del mercado que más valor crea».
¿Entonces los coches Volvo de hoy? No, gracias, según Gyllenhammar.
– Probé el Volvo XC90 cuando salió la primera variante. Pero… primero, era feo. En segundo lugar, demasiado duro. En tercer lugar, tenías mala vista al sentarte en él, dijo a TT.
Fuera de su casa hay un BMW aparcado en el camino de entrada.
En la entrevista con TT habla de su convicción de que la familia Wallenberg estuvo detrás del fracaso del llamado acuerdo de Noruega de Volvo a finales de los años 70. Cuando diez años después también se detuvo el plan de fusionar Volvo con la francesa Renault, fue el clavo en el ataúd para Wallenberg.
«Ya lo había hecho. Se acabó Volvo, se acabó Suecia», escribe en el libro, según TT. «Había perdido la confianza en Suecia»
No sólo Volvo y Suecia reciben el apoyo de Gyllenhammar. En general, cree que los coches eléctricos actuales no están a la altura, con baterías demasiado grandes, demasiado pesadas y con una vida útil demasiado corta.
Por lo tanto, sus comentarios sobre Tesla no son del todo inesperados.
– Un Tesla tiene un tercio de su peso en la batería. Tiene dos pisos, uno para la batería y otro para los pasajeros. En realidad, es un producto muy tosco: caro y torpe. Por eso la empresa pierde dinero todo el tiempo, afirma Gyllenhammar según TT. [https://www.bytbil.com/nyheter/pg-gyllenhammar-om-volvon-for-det-forsta-var-den-ful-30220]
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