Beneficio al parecer se ha convertido en una palabra fea. La empresa de pensiones AMF (fondo de pensiones sueco)se jacta en un anuncio de publicidad reciente de que no son con fines de lucro y en una serie de películas presume el movimiento de viviendas HSB de que no tienen propietarios con fines de lucro. Y LO (Confederación de Sindicatos Suecos /Landsorganisationen i Sverige/ «Organización Nacional en Suecia», más conocida como LO) quiere sólo permitir empresas que pueden operar con pérdidas actuar en el sector del bienestar.
Especialmente la campaña AMF despierta preguntas. Si es tan bueno con empresas que no reparten beneficios se pregunta uno si habían pensado comenzar a poner nuestro dinero de jubilación en ese tipo de empresas también. En tal caso, puede ser el momento de sustituir administradores si se quiere alguna pensión.
Beneficio es eso que con un poco de suerte queda de los ingresos de uno cuando se deducen todos los gastos. Es pues un recibo de que una empresa ha tomado algo que la gente valora menos (algodón) y lo ha convertido en algo que valoran más alto (camisa). Esto muestra que se han utilizado recursos de una manera eficiente. El beneficio es al mismo tiempo el incentivo que hace que inversionistas y emprendedores estén dispuestos a invertir dinero, tomar un riesgo y trabajar duro. Si el riesgo de perder todo no se ve compensado por la esperanza de ganar una pequeña suma de dinero no se habría hecho mucho. El deseo de ganancia hace que las empresas constantemente persigan derrochamiento y busquen innovaciones, y se vean obligadas a tener en cuenta que el cliente siempre tiene la razón.
Pero no deduce la ganancia sólo recursos de la empresa? Permítanme ‘mirar con los ojos piadosamente hacia el cielo’. Yo he mirado, a saber, recientemente un ejemplo de empresas sin fines de lucro, las cajas de ahorros de España, cajas, que carecen de dueños con requisitos de lucro. Según la retórica, estas cajas sólo deberían de haber tenido los mejores deseos/intereses para la sociedad. Pero cuando no tenían requisitos de ser eficaces, fueron otras cosas las que les motivaron – voluntad de tomarlo con calma, convertirse en populares y satisfacer sus egos.
Sí hombre, el dinero «quedó parado en la actividad» – resultó en reformas/renovaciones de lujo y nuevos equipos, horarios de trabajo más cómodos y cada vez más largas pausas de café. Los jefes construyeron imperios, contrataron a cada vez más gente y se abstuvieron de reorganizaciones que habrían ahorrado recursos, porque eso sólo daría duro curro y no lucro. Las Juntas sacaron excesos en altos bonos y honorarios. Aquellos que recuerdan el escándalo AMF en 2009*, saben lo que quiero decir.
Los bancos no prestaban a los que podían crear más valor con el dinero, sino a amigos, conocidos y empresas constructoras con contactos políticos. Son las pérdidas que estas cajas han hecho las que hundieron toda la economía española.
Todas las empresas sin fines de lucro no están ciertamente descuidadas y la crisis financiera ha demostrado que incluso bancos con fines de lucro pueden hacer locuras, pero en su caso eran las normas amañadas para que ganaran haciendo locuras. Hicieron exactamente lo que se esperaba de ellos, pero lo que se esperaba era una locura. También significa que de inmediato cambian si el marco regulador se vuelve más saludable. Se puedes pensar lo que se quiera del dinero, pero habla un idioma que todos entienden. [Pengar talar ett språk vi förstår” – Metro]
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Dagens Industri reveló que AMF había pagado un total de 7,7 millones de coronas en bonos a 80 de sus jefes – a pesar de que la empresa en 2008 redujo sus rendimientos y rebajó las pensiones a 350.000 pensionistas. El mayor bono recibió el vicepresidente de la compañía de fondos sueca Ingvar Skeberg, que cobró 1,3 millones de coronas el 2008. Después de una reunión de crisis comunicó AMF que tres altos jefes, entre ellos Skeberg, renunciaban a sus bonos…
