En términos económicos murió esta ciudad hace más de un siglo.
Los ricos propietarios de las plantaciones se largaron y dejaron a los esclavos hacerse cargo.
Hoy es Trinidad, junto a la capital, La Habana, el destino turístico más caliente de Cuba.
La última frase es ambigua.
Porque, además de que Trinidad es un imán de turismo, es la ciudad, donde se encuentra en la costa sur de Cuba en el Mar Caribe, la ciudad más caliente de la isla, queriendo decir la más cálida promedio. Un hecho que parece reforzar aún más la atmósfera tranquila y relajada de la ciudad.
La ciudad es una de las más antiguas de la isla, fundada por los españoles en 1513, y un importante puerto comercial ya en la década de 1600. Pero la edad de oro comenzó a mediados de 1700 cuando el azúcar de las plantaciones de aquí se volvió en un producto muy codiciado. «El auge del azúcar» o “el boom del azúcar” se mantuvo durante más de un siglo y llevó a que miles de esclavos de África fueron llevados a Trinidad. La ciudad se convirtió en una de las más ricas de Cuba.
Pero a mediados de la década de 1800 tomó la remolacha europea el jugo de los negocios de Trinidad, la región fue sacudida por varias sublevaciones de esclavos y cuando la esclavitud se abolió finalmente en 1886, murió la economía. Los propietarios de las plantaciones se rindieron y los esclavos negros se hicieron cargo de la ciudad.
Irónicamente, fue la relativamente flaca década de 1900 de la ciudad su ayuda. Por la sencilla razón de que no había suficiente riqueza para construir nuevos edificios o realizar renovaciones.
Trinidad atrae a masas de turismo en su calidad de ciudad en gran parte intacta del siglo 1800 con sus calles peatonales de adoquines, techos de teja roja y la abundancia de bellas casas y palacios de color pastel. El centro de la ciudad, y el valle de las plantaciones de azúcar cercano, fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988.
«Como una película de Fellini»
Imaginad una Simrishamn tropical donde la gente engulle melón y fuma puros en vez de comer perros calientes y habla en un teléfono móvil. Es como caminar en una película de Fellini: nuevas visiones y vistas aparecen en cada esquina. Aquí viene un hombre delgado de edad con sombrero y gafas de sol tranquilamente montado en un burro blanco: una bolsa con botellas de plástico sugiere que él posiblemente te sustenta como vendedor ambulante de agua. Al borde de una acera en una esquina de la calle se ha asentado un hombre de bigote y vende fruta de su carretilla desbordante.
Fuera de la bien visitada empresa de cerámica de 250 años de antiguedad hay mujeres cheveres de color oscuroen la bóveda de la puerta y piden ‘pequeños billetes’. Allá donde el tráfico rodado está permitido fuera del núcleo del centro de la ciudad ruedan coches yanquis chulos modelos de la década de 1950.
En la Cuba comunista albergan muchos edificios centrales grandiosos en lugar de boutiques de moda algo que se llama «museos«. El tema puede ser casi cualquier cosa. El «Museo Romántico» de Trinidad resulta ser un piso intacto amueblado de 1800. El museo de “la lucha contra los bandidos” no trata en absoluto, como primero nos imaginamos, del azote de tiempos antiguos de los piratas. No, se trata de “bandidos” de tiempos más cerca. La zona alrededor de Trinidad se muestra ser el área donde la oposición a la revolución de Fidel Castro en 1959 se extendió por más tiempo. No hasta 1965, el régimen comunista tuvo control total aquí.
El corazón de la ciudad es la Plaza Mayor frente a la Iglesia de la Santísima Trinidad. La plaza está ádornada con cuatro pequeños jardines cercados con hermosos jarrones y estatuas. A la derecha de la iglesia se encuentra una amplia escalera de piedra – aquí se llevaron a cabo las subastas de esclavos en el pasado. Hoy día la escalera está amueblada con un puesto de un vendedor de sombreros y una terraza de un café-cervecería.
Nosotros nos sentamos a unas cuadras de distancia en el encantador bar exterior la Canchanchara y pedimos la bebida local que el lugar lleva el nombre de: una Canchánchara es un cóctel servido en una pequena taza con un palo para remover la bola de miel caliente que se encuentra en el fondo de la taza.
Como sucede a menudo en los bares y tabernas de Cuba acompañan espectáculos gratuitos en la compra. Aquí en la terraza se encuentra un hombre mayor vestido de vaquero y enrolla puros en una especialmente construida mesa para este propósito. Y en la otra esquina del local pone una banda de cinco músicos (dos guitarras acústicas y mucha percusión) en marcha una canción despreocupada, tropical y de-sentirse-bien más.
En Trinidad hace más de cien años que alguien se preocupó de la hora que es. [expressen.se]
- Cómo llegar: La mayoría de los turistas vienen aquí a través de viajes en autobús desde La Habana organizados por varias agencias de viajes. Autobuses y coches de alquiler son posibles medios de transporte, pero el tráfico de autobuses en Cuba es casi caótico debido a la escasez de gasolina crónica. Trinidad está de 38o kilómetros al sureste de La Habana.
- Mejor tiempo: La temporada turística es de mediados de diciembre hasta mediados de marzo y de julio y agosto. Caliente y húmedo de mayo a octubre, con clímax de la temporada de huracanes en septiembre y octubre.
- Nivel de precios/cambio: Cuba usa dos monedas: pesos nacionales y pesos convertibles.Como turista usas tú generalmente la última opción mencionada. Un peso convertible es equivalente a aproximadamente seis coronas suecas. Las tarjetas de crédito no son aceptadas en todas partes. Lleva euros en efectivo y cambia a pesos en el lugar. Los precios de los productos fabricados en el país suelen ser muy modestos.
- Pasaportes y Visados: visados son necesarios y se arreglan sin problemas por las compañías de vuelos charter a los clientes. Visados también es posible solicitarlos en privado con la Embajada de Cuba en Estocolmo, pero esto debe hacerse por lo menos con un mes de antelación.
- Vivir: El alquiler de habitaciones en casas particulares es muy común, y Trinidad es conocida por sus (‘400 casas particulares’ por toda la ciudad, marcadas con carteles azules). Las personas que cazan clientes de habitaciones en la estación de autobuses o en la calle esperan propinas. Mejor encontrar un lugar agradable por tu cuenta. Cuesta alrededor deL equivaente a 120-200 coronas suecas la noche.
- Comer: Se recomienda el buffet de cena asequible en Caucubu en el Hotel Las Cuevas´. Entre los restaurantes en casas particulares (llamados ‘paladares’) tiene el Estela (Simón Bolívar 557) la mejor reputación
- Ver: Pasear y disfrutar de las vistas y cafés en el centro de la ciudad vieja es la gran cosa.
Hacer: sube a la famosa Torre del Reloj y visita la abigarrada multitud de museos. Buena música casi todas las noches alrededor de la medianoche en la Casa de la Música (Francisco Javier Zerquera 3) y en la más pequeña e íntima Casa de la Trova (FH Echerri 29). - Compras: cerámica local, puros, ron. Por lo demás, muy poco.
- Es bueno saber: En Cuba hay escasez de la mayoría de cosas materiales. Además de ron, puros y souvenirs más simples no hay mucho que atraiga a los turistas a comprar. La comida suele ser a menudo muy simple, con un montón de arroz y alubias.