El alce pudo experimentar mucho durante sus últimas horas de vida. Tuvo tiempo entre otros de nadar en el puerto de Trelleborg, correr hacia un policía y seguir corriendo por la ciudad. La cacería terminó en Dux, cuando fue baleado por el cazador del municipio, escribe Sydsvenskan.
Asustado y en estado de ‘shock’ se encontraba el alce al sur de Dannegården, justo antes de las 13 horas, a donde llegó a través de la calle del puerto Hamngatan. La policía y el cazador del municipio tenían como plan calmar al alce y conducirlo fuera de la ciudad. Pero el alce quería otra cosa y continuó a la zona alrededor de Dux, donde finalmente fue baleado.
La policía y el cazador municipal fueron llamados a la marina una hora antes, a donde el alce nadó desde el puerto deportivo. Nadó atrás y adelante en el puerto y también corrió por la zona de la estación. […] [kvp.expressen.se]