El abuso de las inyecciones paralizantes refleja la presión social para aparentar ser jóvenes – Se uniformiza un tipo de rostro poco expresivo entre los famosos
A Martin Scorsese le cuesta cada vez más encontrar actrices que transmitan emociones en los planos cortos. El director de cine estadounidense se ha declarado contrario al efecto que conlleva el abuso del botox y de los lifting que bombardean cualquier atisbo natural de comunicación no verbal. En Hollywood la plasticidad de las caras retocadas empieza a ser un inconveniente más que un bálsamo estético.
- España es uno de los países que más operaciones de estética realiza
- Un 3% de los que se operan se convierten en asiduos de la cirugía plástica
- La esperanza de vida se ha alargado y con ella los años de juventud
La batalla para parecer eternamente joven en un mundo cada vez más competitivo no solo atañe al ámbito del espectáculo, también se libra en la calle, aunque los hombres y las mujeres, huyen ya de los excesos y buscan una aparente naturalidad. ¿Pero cuál es el precio de parecer más jóvenes? ¿Cuál es la edad que se quiere aparentar?
Las personas cada vez viven más años. En España, la esperanza de vida se ha elevado hasta los 78,55 años en los hombres y 84,56 para las mujeres en 2009. Además, la crisis del modelo social actual, que los expertos hablan de cambiante, líquido, instalado en lo reversible, lo provisional, hace un buen maridaje con las cirugías estéticas no invasivas. Se trata del ahora me pongo, ahora me quito. La creencia de que la felicidad consiste en tener un buen aspecto físico está muy implantada. Según los expertos, la sociedad occidental tiene sobrevalorados la juventud y el culto al cuerpo. […] [Por ISABEL LANDA /elpais.com]