Amou Haji, un iraní apodado «el hombre más sucio del mundo» (por no haberse lavado ni duchado durante unos 67 años), murió a la edad de 94 años el pasado domingo en Dezh Gah (دژگاه, Dezh Gāh; Dozgāh)(28°09′47″N 52°15′14″E), provincia de Fars, en el sur de Irán. Un pueblacho de 268 habitantes repartidos en 70 familias el 2006.

– Temía que si se lavaba podría enfermar. Tenía aversión al agua y al jabón, a la idea de bañarse, a la comida y bebida frescas.

-Solo meses antes de su muerte, los aldeanos de un pueblo cercano consiguieron bañarlo.

– Comía animales atropellados, puercoespín podrido y bebía unos cinco litros de agua al día (a menudo recogía el agua de los charcos cercanos) de una lata de aceite oxidada.

– Fumaba o bien cinco cigarrillos a la vez o una pipa llena de cigarrillos y heces de animales.

– Eligió esta excéntrica y aislada forma de vida después de experimentar algún evento traumático debido al agua. Y decidió nunca jamás acercarse al agua en su vida.
– Los lugareños le construyeron una chabola de ladrillos abierta para vivir después de ver que estaba durmiendo en un agujero en el suelo…


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