El precio de la guerra de EE.UU. contra el terrorismo: 7 273 200 000 000 SEK ( ~ 803.815.379.000 euros)
– He ordenado al servicio de inteligencia y a las autoridades policiales a encontrar a los responsables y llevarlos ante la justicia, dijo el presidente George W. Bush, el 11 de septiembre de 2001.
Nueve días más tarde habló él ante el Congreso en Washington y acuñó el término «guerra contra el terror«. Diez años, dos guerras y cientos de miles de muertos más tarde abatieron a un hombre de 54 años de edad en Abbottabad en Pakistán. No llevaba armas.
El mundo entero ha estado marcado por los ataques terroristas en 2001 y la búsqueda de Bin Laden. Nuestra mentalidad ha cambiado (desconfianza, xenofobia, ansiedad); nuestra sociedad ha cambiado (corrientes de refugiados, aumento de vigilancia); las relaciones entre los estados han cambiado (cooperación de defensa). Todo esto debido al hombre detrás de los muros en Abbottabad. La institución para la paz y conflictos de la Universidad de Uppsala, calcula que hasta 97 500 personas han muerto en Iraq, 31 600 en Afganistán y 8 700 en Pakistán. Estas son personas que han sido matadas en luchas y otros actos de violencia directa.
Las estimaciones son muy conservadoras.
La estadounidense John Hopkins University estudió 1.849 hogares en Iraq y comparó la mortalidad en los pacientes con la forma en que se encontraba en el país antes de la guerra. Los investigadores concluyeron que habían muerto 654 965 personas debido a la invasión de Estados Unidos. 601 027 de ellas murieron a causa de la violencia, sobre todo armas de fuego.
La economía detrás de todas estas muertes de personas, todo este sufrimiento, es impresionante. El instituto de investigación de paz SIPRI dijo que los gastos directos estadounidenses para la guerra alcanzan un poco más de un billón de dólares, más concretamente: 1 160 000 000 000 dólares. Equivale al tipo de cambio actual: 7 273 200 000 000 coronas suecas. Es más del doble que el PIB de Suecia, el valor de todos los bienes y servicios producidos en nuestro país durante un año. El precio de la llamada guerra contra el terrorismo es mucho más que eso. El ganador del Premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz, estimó el 2008 que el costo real en tres billones de dólares.
EE.UU. tiene pésima economía y financia la guerra con préstamos. Esto ha significado que el dólar se ha debilitado tanto que está a punto de perder su posición como moneda mundial. EE.UU. se puede pronto describir como la casa pobre fortificada. China es un grande prestamista. Si los EE.UU. no se cuidan pueden los chinos exigir devolución del dinero y entonces es el adiós al dólar. China, el nuevo gran poder, publicó este año un informe sobre lo mal que EE.UU. respeta los derechos humanos. ¿Quién hubiera imaginado un tal orden mundial cuando los aviones secuestrados volaron en el World Trade Center y el Pentágono el 11 de septiembre de 2001? Gran parte de esta grave situación se debe al hombre barbudo que se escondía en Abbottabad. Una de las épocas más remarcables de la historia finaliza con la muerte de Osama bin Laden. Teniendo en cuenta las enormes inversiones fue el final sin gloria. Se siente raro, incluso sin sentido, que dispararan al hombre en lugar de colocarlo ante un tribunal. [aftonbladet.se]
Sobre el rapidísimo test de ADN de Osama Bin-Laden
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Santo Tomás: ‘Si no lo veo no lo creo’.
Mientras no publiquen fotos, todo esto de que mataron a Osama bin Laden, para mí es como un cuento chino. No me creo ni una palabra de todo lo que escriben. Lo matan, le sacan el adn, lo ‘entierran’ en altamar…, todo en cuestión de horas…
Lo más raro es que nadie ponga en duda la vericidad de la información, que nadie, ni gobiernos ni periodistas, exijan que muestren pruebas, fotos, etc. Es despotorrante. En todos los demás casos, en juicios, etc., etc., lo de las pruebas es algo fundamental, pero cuando se trata de EE. UU., ni pruebas ni hostias.
También hay quienes piensan que todo lo del World Trade Center es algo que ellos mismos lo ‘organizaron’, que ningún edificio de esa altura se desploma tan recto como los del World Trade Center lo hicieron.