Pues sí, tuve suerte, la suerte de entrar al restaurante Abeletxe la semana pasada, preguntar por Edurne y oír la respuesta de la camarera: “Pues sí, casualidad hoy está aquí Edurne!”.
¿Dónde?
– En el bar.
Continué del comedor de la entrada al bar y efectivamente allí estaba sentada Edurne, con pantalón vaquero corto, piernas cruzadas y hablando con un móvil de color rosa.
Me paré, la miré y me volví, contento de haber visto tan cerca a la famosa alpinista.
(Según pude oír, casi nunca suele estar en su restaurante en Zizurkil).
Abeletxe, Albergue – Restaurant