TOMEK MACKIEWICZ: víctima n.º 82 del NANGA PARBAT

Nanga Parbat (‘Diamir’)(‘La Montaña Desnuda’) en Pakistán, es conocida también con nombres como «Montaña Cruel», «Montaña del Destino», «Montaña del Diablo», «Montaña Trágica», «Montaña Asesina» y «Rey de las Montañas». La montaña (novena más alta del mundo con 8.125 msnm) es una de las más difíciles y peligrosas del mundo para escalar. 31 personas murieron al intentarlo en expediciones el pico de la montaña antes de su primera coronación en 1953.
El último en morir (número 82) en la «Montaña del Diablo» es el polaco Tomek Mackiewicz de 43 años.
Escaló junto a Elisabeth Revol (Francia), pero el dúo se encontró con difíciles problemas en el camino del descenso.

El tiempo se puso difícil. Mackiewicz sufrió de mal de altura, “ceguera de la nieve” (fotoqueratitis) y un edema pulmonar.
Descendieron a 7.200 metros de altura, donde llamaron pidiendo ayuda desde un teléfono satelital. El equipo de rescate informó a Revol que podrían salvarle a ella, pero  que entonces estaba obligada a descender a 6.000 metros de altura.
Con ello se dio Revol cuenta de que tenía que tomar una decisión terrible para sobrevivir: Tenía que abandonar a su compañero a morir en la montaña. Lo cuenta en una entrevista que ahora ha dado desde el hospital.
– No fue una elección lo que hice, me fue forzada, dijo según The Sun.
– Tomasz me dijo que no podía ver. En una ocasión tuvo dificultad para respirar, por lo que se quitó la protección facial. Entonces comenzó a congelarse. Su nariz se volvió blanca, y luego sus manos y pies.
La escaladora agrega que «sangre comenzó a salir de su boca», un signo de agudo mal de altura.
La francesa abandonó al polaco, que murió en la montaña. Ella creía que la ayuda llegaría rápido, por lo que continuó descendiendo sin tienda de campaña. Cuando no vinieron, se vio obligada a pasar otra noche en una grieta en la montaña.
Cuando continuó al día siguiente, escuchó helicópteros de rescate, pero no pudieron aterrizar debido a los fuertes vientos. Revol luego hizo un último descenso, con guantes mojados y pies congelados, y logró llegar al equipo de rescate.
Elisabeth Revol cuenta en la entrevista que tuvo alucinaciones debido al delgado aire y el frío. Creyó ver a personas que le ofrecían té caliente y, para agradecerles, fue a quitarse una de sus botas. Es por eso que trepó la última parte al equipo de rescate descalza. Ahora arriesga a tener que amputar su pie izquierdo y sus dos manos, según The Sun.

[Fuente: Elisabeth Revol lämnade Tomasz Mackiewicz på Djävulens berg – EXPRESSEN]



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