Estado Islámico, la pesadilla de Europa (1)

Así explotó el Estado Islámico en la cara de Europa

Con el ataque terrorista en París ha dado el Estado Islámico (EI) el paso desde el más grande creador de terror en el Medio Oriente a una amenaza de seguridad global urgente. Pero la historia del EI se inicia ya en 2003. El corresponsal de Dagens Nyheter Erik Ohlsson narra cómo el estado Islámico pudo crecer de una sombría secta asesina a un factor de poder que ha redefinido la política mundial.

IS mapa 1 Reuters

The Islamic State threat – Thomson Reuters

En junio del año pasado invadió el Estado Islámico Mosul, la segunda ciudad más grande de Iraq. Durante los algo más de 10 años que han pasado desde entonces ha sido el EI noticia casi todos los días. Las noticias han tratado de periodistas ejecutados en trajes de prisioneros en color naranja, tortura y esclavitud sexual, combatientes del EI que han retornado, refugiados que abandonan sus hogares en pánico y escapan del terror, iglesias quemadas. El presidente estadounidense Barack Obama ha enviado militares a tanto Iraq como Siria para detener el avance del EI y Rusia bombardea con aviones las posiciones de la secta del terror.

Se siente como si el Estado Islámico de repente explotara en la cara del mundo occidental. Pero, de hecho, el movimiento tiene una historia que se extiende a más de una década atrás, en su mayor parte oculta en las columnas de noticias del extranjero bajo lacónicamente horribles titulares: «86 muertos en atentado suicida en Bagdad». «Ataque contra mezquita chií en Samarra».

Un punto de partida adecuado para el relato sobre el Estado Islámico es el 20 agosto de 2003, un día de verano abrasador en la zona de Estocolmo. El fotógrafo Jonas Lindkvist y yo habíamos sido enviados a un hotel de conferencias en el aeropuerto de Arlanda para monitorear una rueda de prensa convocada a toda prisa con el entonces Secretario General de la ONU, Kofi Annan.

El día antes había sufrido la oficina de la ONU en la capital de Iraq, Bagdad, un extenso ataque de bomba en el que 24 personas perdieron la vida. Entre las víctimas se encontraba el diplomático de la ONU brasileño de 55 años Sergio Vieira de Mello, amigo cercano de Kofi Annan y con frecuencia mencionado como su sucesor.

Cuando el ataque se hizo conocido interrumpió Kofi Annan las vacaciones con su mujer sueca en el archipiélago de Blekinge. En Arlanda esperaba un avión especialmente fletado a Nueva York donde el Consejo de Seguridad de la ONU iba a celebrar reunión de emergencia.

Pocas veces he visto una persona pública tan conmocionada y afligida como Kofi Annan. Gris color ceniza en la cara y con voz temblante habló:

– Las Naciones Unidas no se dejarán intimidar o ser provocadas por este acto brutal y sin sentido.

Abu Bakr al-Baghdadi, Usama bin Ladin , Abu Musab al-Zarqawi. (Foto AP)

Lo que ni el jefe de la ONU ni ningún otro sabía en ese momento era que el sangriento ataque explosivo había sido planeado por Abu Musab al Zarqaui, el hombre que hoy se describe como el padre espiritual de la organización terrorista Estado islámico. El coche bomba que destruyó la sede de la ONU en Bagdad, de hecho, la sangrienta obertura de una serie de ataques con bombas y secuestros dirigidos contra occidentales y musulmanes chiitas (ver significado) en Iraq. Los primeros pasos en la creación del «califato» del Estado Islámico en partes significativas del territorio iraquí y sirio.

Era exactamente lo contrario de lo que la ONU y las potencias occidentales esperaban para Iraq, cuya historia reciente está llena de violencia y privaciones. Iraq luchó 8 años guerra contra Irán (1980-1988) y fue expuesta en 1991 a la liderada por EE.UU. «Operación Tormenta del Desierto», una respuesta a la invasión de Kuwait por Irak.

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La acción de EE.UU. fue seguida por severas sanciones comerciales contra el régimen que afectaron duramente al pueblo iraquí. En marzo de 2003 se inicó una invasión adicional de Iraq con extensas operaciones militares por EE.UU., donde las razones para la invasión fueron «desarmar a Iraq de armas de destrucción masiva” (ADM).  Las cuales nunca llegaron a encontrarse. Eso no impidió que el entonces presidente de EE.UU. George W. Bush el 1 de mayo de 2003, bajo una pancarta con el texto ”mission accomplished” («misión cumplida») mantuviese un discurso de victoria en la cubierta de un portaaviones que había regresado del Golfo Pérsico. Saddam Hussein estaba derrocado. Ahora se crearía la democracia y la prosperidad, con ayuda de la ONU.

Abu_Bakr_al-Baghdadi2Pero la reconstrucción pacífica en realidad nunca se puso en marcha. En su lugar, Iraq se convirtió en un campo de batalla para hombres como Abu Musab al-Zarqawi.

Abu Musab al-Zarqawi, nació en 1966 en una familia de parentesco beduino en Jordania. Temprano huérfano se convirtió en una especie de canalla intratable que bebía y peleaba e incluso cumplió una corta condena de prisión por violación. El renacimiento se produjo cuando al-Zarqawi en 1989 viajó a Afganistán. Su ciudad natal Zarqa (de donde tomó el «nombre de guerra» al-Zarqawi) es el bastión más fuerte de Jordania para los islamistas. Al igual que muchos otros jóvenes de Zarqa fue al-Zarqawi  atraído por la resistencia de la guerrilla islamista de los muyahidines a las fuerzas armadas de la Unión Soviética, que durante 10 años habían ocupado Afganistán.

En Afganistán consiguió el ‘luchador callejero’ Zarqawi profunda creencia y al mismo tiempo militantes musulmanes, entre ellos el ‘hijo de hombre rico’ saudí, Osama bin Laden, que aún no había fundado Al Qaeda.

Abu Musab al-Zarqawi regresó a Jordania decidido a emprender la «guerra santa» en el nombre de Alá, Yihad, también en su país. En su lugar fue condenado al-Zarqawi en 1994 a 15 años de prisión* por pertenencia a una organización prohibida y posesión ilegal de armas. Cuando al-Zarqawi fue puesto en libertad por una amnistía general en 1999, regresó de nuevo a Afganistán y participó en la construcción de células terroristas islamistas.

En 2003 se largó a Iraq, donde fundó la agrupación Tawhid wal-Jihad**, con la misma orientación hacia la violencia extrema relacionada con el sunismo musulmán que al-Qaeda.

Tawhid al-Jihad y Al Qaeda comparten el mismo objetivo: un estado islámico global, un califato, basado en los valores que prevalecieron durante hace casi 1.400 años, durante las primeras generaciones después de la muerte del profeta Mahoma el año 632. Y estaban dispuestos en establecer la fe ancestral con ayuda de violencia y terror.

Pero a diferencia de Al Qaeda, que se centró en el «enemigo externo»: EE.UU., Israel y el resto de países occidentales, se concentró Zarqawi en el «enemigo interno»: musulmanes chiítas, yihadistas y cristianos en Iraq, así como extranjeros e iraquíes que cooperaron con la potencia ocupante. Mezquitas chiíes llenas de oradores, colas en la oficina de reclutamiento para el ejército iraquí, oficinas de organizaciones de ayuda, todo esto eran objetivos legítimos de los terroristas suicidas de Tawhid al-Jihad.

Musulmanes chiítas fueron definidos comokafires’, tan engañados en la creencia y tan «sucios» que sin más preámbulos podían ser excluídos de la norma político/religiosa que un musulmán no debe matar a otro musulmán.

Para un profano puede ser difícil de entender los matices entre Islam Sunní e Islam Chiita. La línea divisoria se marcó ya en el año 600, en el momento de la muerte del profeta Mahoma, y se basa en un conflicto si los lazos de sangre o competencia se aplicarían cuando el sucesor de Mahoma fuese a ser nombrado.

Los que vinieron a llamarse musulmanes chiítas querían que el ‘puesto’ fuese heredado por el yerno e hijo del profeta Ali Ibn Abi Talib. Pero la mayoría de los musulmanes abogó en su lugar por el asesor/califa de Mahoma Abu Bakr como el más competente.

Los musulmanes chiítas son mayoría en Irán e Iraq, pero una clara minoría en el mundo musulmán en su conjunto. Sólo el 15 por ciento de los aproximadamente 1,6 millones de musulmanes del mundo son chiitas.

NIQAB

La división religiosa entre sunitas y chiitas ha llevado a veces a guerras sangrientas, pero a lo largo del tiempo ha desempeñado un papel menor. Yo mismo me he reunido con jóvenes musulmanes en varios lugares del mundo árabe que en broma se definen a sí mismos como «sushis», es decir, fruto de un matrimonio entre un padre suní y una madre chií, o viceversa.

En la guerra de 1980-1988 entre los dominados por los chiíes Irán e Iraq, entonces gobernado por la minoría sunita del país, había contado el líder iraní Khomeini con recibir ayuda de los chiítas iraquíes. Pero en su lugar eligieron el nacionalismo y lucharon por su país.

En el caos que se produjo en Iraq después de la caída de Sadam Husein en 2003 aparentaba sin embargo el campo de juego totalmente diferente. El partido de Sadam, Baath y el ejército iraquí habían favorecido a la minoría sunita.

Pero la fuerza de ocupación EE.UU. decidió disolver tanto el régimen baasista como el ejército iraquí. Grandes grupos de musulmanes suníes se encontraron de repente sin trabajo ni contexto. Se creó con ello una excelente base de reclutamiento de agrupaciones insurgentes sunitas.

El grupo terrorista de Al-Zarqawi se vinculó a Al Qaeda y se especializó en los mismos ataques sangrientos y espectaculares que más tarde se convirtieron en características del EI: secuestros y ejecuciones públicas que fueron filmados y difundidos por medios de comunicación.

Durante el año 2004, 130 extranjeros fueron secuestrados en Iraq y 17 de ellos fueron asesinados. Entre ellos se encontraba el técnico de radio estadounidense Nick Berg, que vestido con un buzo de prisionero de color naranja llorando suplicó por su vida, pero no se le mostró ninguna misericordia. La agonía de la muerte de Berg fue colgada en mayo de 2004 en un largo clip de vídeo en internet.

Pero la ultra-violencia fracasó en su efecto. La iraquí Al Qaeda obtuvo críticas internas del principal ideólogo de la organización matriz Aymán al-Zawahirí de ser demasiado brutal. Tampoco obtuvieron ningún tipo de apoyo público en Iraq y fueron combatidos por tanto milicias chiítas como poderosos clanes y tribus sunitas, que habían recibido armas y dinero de EE.UU..

Cuando Abu Musab al-Zarqawi fue matado en un ataque aéreo estadounidense en Baquba al norte de Bagdad el 07 de junio 2006, se predijo el final de la época de terror de Al Qaeda en Iraq.

El sucesor de Al-Zarqawi, Abu Hamza al-Muhajer (Abu Abdullah al-Rashid al-Baghdadi), dio ciertamente ya en octubre de 2006 el nombre Estado Islámico a su grupo terrorista de naturaleza yihadista suní en Iraq (ISIS). Pero apenas existía alguna cobertura para el grandioso epíteto. Después de que EE.UU. en 2007 enviara 30.000 soldados adicionales a Iraq y añadido a los presupuestos de guerra 100 mil millones de dólares se pudo finalmente apaciguar el derramamiento de sangre.

Abu Omar al-Baghdadi, que por cierto él mismo en septiembre de 2007 prometió una recompensa de 100.000 dólares a la persona que matara al artista Lars Vilks, fue matado el 18 abril de 2010 en un ataque aéreo estadounidense en Thar-Thar, a unos 80 km al noroeste de Bagdad. Presionado de vuelta en Iraq pudo el grupo que pronto declararía un «Estado Islámico» en su lugar encontrar suelo en la vecina Siria.

A finales del verano de 2012 visitamos el fotógrafo de Dagens Nyheter Roger Turesson y yo la ciudad de Alepo, la ciudad más grande de Siria y centro de la vida cultural e industria textil del país, un zoco.

En poco tiempo la sonriente Alepo se había convertdo en un campo de batalla, una ciudad dividida, donde el régimen gobernaba la parte oeste y la oposición armada, «los rebeldes», la parte este.

El levantamiento sirio comenzó como protestas pacíficas en el espíritu del movimiento de la «Primavera Árabe» en marzo de 2011. Pero ahora, un año y medio más tarde, predominaba una guerra civil a gran escala, con súper-matices cada vez más sectarios y religiosos.

El presidente Bashar al-Asad, que pertenece a la minoría alauita, que se sitúa cerca (una rama) del islam chiita, fue apoyado por Irán y Rusia. La oposición estaba dominada por la mayoría popular sunita de Siria y recibía apoyo de, sobre todo, Turquía, Arabia Saudita y Occidente.

Pasamos uno par de días en la parte de Alepo que controla la oposición. Los rebeldes eran una mezcla variopinta de entusiastas seculares de la democracia, islamistas moderados y separatistas kurdos.

A pesar de que la fuerza aérea del presidente Bashar al-Assad lanzara misiles y bombas de racimo sobre los barrios del este de Alepo intentaron los insurgentes lo mejor que pudieron mantener las funciones propias de una sociedad que funcionase: policía, recolección de basuras, escuelas, tribunales.

Flag_of_the_Al-Nusra_Front.Pero colgaba una nube oscura sobre la oposición, que poco a poco se volvió más y más clara para nosotros. La línea dura de la agrupación afiliada a Al-Qaeda Frente Al-Nusra, también quiso participar y decidir en Alepo y no estaban dispuestos a cooperar con el resto de los movimientos de oposición.

El Frente Al-Nusra estableció sus propios tribunales y su propia fuerza policial. Operaban sus propias madrazas coránicas. Nos protegían a nosotros periodistas occidentales. Corrían rumores de arrestos y secuestros. La bandera negra, que según el profeta indica que la batalla final está cerca, se veía por todas partes. Había un nerviosismo en el aire que no sólo se debía a la constante amenaza de las fuerzas armadas gubernamentales.

De lo que fuimos testigos fue en realidad del comienzo de una lucha de poder dentro de la oposición siria. Los rebeldes orientados a occidente en el Ejército Libre Sirio (FSA) estaban en desacuerdo con los grupos islamistas más radicales.

Además tenían los radicales islamistas luchas internas: la rama lateral de Al-Qaida Frente Al-Nusra había obtenido grandes problemas con el renacido Estado Islámico en Iraq, en este momento en camino a cambiar de nombre a Estado Islámico de Iraq y el Levante. (ISIS) (ISIL?).

La confrontación de fuerzas terminó con que ISIS (ISIL?) ‘maniobró fuera’ a Jabhat Al-Nusra (Frente Al-Nusra), que en su lugar trató de aliarse con el resto de la oposición armada. Esta alianza logró con mucha sangre y esfuerzo mantener a ISIS (ISIL?) lejos de las grandes ciudades Idlib y Alepo. Pero en las zonas exteriores de Siria hacia la frontera iraquí en el este era el ISIS (ISIL?) aún más exitoso.

Avanzaron hacia la capital de la provincia de Al Raqa y las zonas sirias ricas en petróleo en el noreste. Ni el ejército de Bashar al-Assad ni las facciones rebeldes en competencia pudieron resistir.

No fue sólo en el este de Siria que ISIS (ISIL?) tenía viento militar a favor. En Iraq aprovecharon a propósito el vacío militar que surgió después de que las tropas estadounidenses se retiraran. Las tropas del gobierno iraquí se encontraban ciertamente bien equipadas con armas y equipamiento de EE.UU., pero estaban insuficientemente capacitadas y tenían mala moral de lucha.

ISIS

Además, el primer ministro iraquí –musulmán chiíta- Nuri al-Maliki había ‘prendido fuego’ bajo el sectarismo. El 19 de diciembre de 2011, el día después de la retirada de tropas estadounidenses de Iraq, emitió al-Maliki una orden de arresto contra el vicepresidente sunita Tariq al-Hashimi, quien fue acusado de asesinato e intento de asesinato. Fue el comienzo de un esfuerzo concentrado por al-Maliki para fortalecer su propia base de poder chiíta a expensas de los sunitas.

Las controversias crecieron. Los sunitas iraquíes fueron víctimas de discriminación, lo que llevó a protestas que fueron infiltradas por los extremistas dentro de ISIS (ISIL?), que a su vez se enfrentaron a violencia excesiva del régimen dirigido por chiítas.

El poder central en Bagdad resultó cada vez más aislado y el gobierno de al-Maliki no consiguió manejar la situación.

En julio de 2012, mantuvo el bastante recién elegido líder de ISIS, Abu Bakr al-Baghdadi, su primer discurso público. Prometió reconquistar la tierra que el grupo perdió en Iraq e instó a sus partidarios a «perseguir y liquidar jueces, investigadores y guardias/vigilantes». También se convirtió en la señal para una campaña de rescate espectacular de simpatizantes del ISIS que habían estado encerrados en cárceles iraquíes.

Justo antes del Año Nuevo 2013/2014 tomó la ISIS el control de Ambar, el área de importancia estratégica en el suroeste de Iraq, que representa a la provincia más grande del país. Faluya con 300.000 habitantes fue conquistada por ISIS  y más tarde la capital de la provincia Ramadi. Ahora era sólo una cuestión de tiempo antes de que la insurgencia iraquí se fusionará con la insurgencia siria.

En enero de 2014 tomó ISIS el control de Al Raqa en el noreste de Siria, y también de Azaz, una importante ciudad de la frontera en una de las mayores rutas de transporte sirias a Turquía. Al Raqa fue nombrada como la capital propia de ISIS. Se introdujeron ‘leyes sharias’***, y las iglesias cristianas fueron quemadas. Oponentes fueron ejecutados masivamente. Grupos rebeldes rivales se afiliaron al ISIS para evitar ser matados. Más y más reclutas se unieron desde el extranjero.

Durante la primavera fueron ‘cargadas de amuniciones’ las fuerzas de combate del ISIS en el centro de Iraq y a principios de junio se inició una ofensiva hacia Mosul en la playa del río Tigris, a unos 400 km al noroeste de Bagdad. Mosul es la segunda ciudad más grande de Iraq y tiene una de la universidades más grandes de Oriente Medio. También es la principal ciudad industrial de Iraq, a pesar de que décadas de guerra han devastado gran parte de la comunidad empresarial.

Debido a su tamaño poblacional y ubicación estratégica se encontraba Mosul bien protegida por el ejército iraquí – se creía. De hecho fue suficiente con un batallón de soldados del EI, unos 1300 hombres, para ahuyentar al varias veces mayor en número ejército gubernamental.

El ataque relámpago llegó la noche del 10 de junio y Mosul cayó en manos del Estado Islámico sin ninguna resistencia significativa. Las tropas iraquíes arrojaron sus uniformes y dejaron valioso material militar atrás – lanzagranadas, obúses, tanques, miles de jeeps armados del tipo Humvee.

Unos días más tarde se habían establecido los nuevos amos de Mosul, con un estaturo de reglas y regulaciones basados en una versión muy estricta de la ley sharia, la interpretación islámica de la ley. Cigarrillos y alcohol fueron prohibidos, al igual que las relaciones extramaritales.

ISIS lapidación

Se instó a las mujeres a vestirse «modestamente» – una clave para adoptar el niqab, el velo integral. Castigos públicos, como flagelación, lapidación o decapitación, se introdujeron.

La ofensiva del verano continuó hacia Tikrit, ciudad natal de Saddam, a solo 140 km al norte de Bagdad. Al mismo tiempo fue colgado un espectacular vídeo en la red: bajo el título «Aquí se aplasta la línea Sykes-Picot» se mostró cómo una pala de bulldozer derriba la cerca y masas de arena en la zona del desierto en alguna parte entre Siria e Iraq.

El trabajo es supervisado por hombres enmascarados armados con rifles de asalto y se ‘encuadra’ con banderas negras. Como para subrayar que el Acuerdo Sykes-Picot de los diplomáticos, que después de la Primera Guerra Mundial dividieron esta parte del Oriente Medio entre Gran Bretaña y Francia ha llegado ahora al final de su camino.

SYKES PICOT LINE

Después viene la invasión de Mosul como una línea divisoria en la historiografía del IS/ISIS. Era ahora cuando el movimiento pasó de ser relativamente desapercibido a dominar los medios de comunicación y las agendas de política exterior. Antes de Mosul, obtienen los términos ISIS, ISI e ISIL 1.350 ‘hits’ en Retriever, el archivo líder de prensa diaria sueca.

Después de Mosul y hasta la fecha obtienen las mismas palabras clave – más «Estado islámico» – 48.000 visitas.

Pero en el momento no eran todos los que seguían la rápida evolución. EE.UU., que ha invertido tan infinitamente en términos militares y capital político en Iraq durante la última década, reaccionó a la defensiva sobre el avance de los extremistas. El presidente estadounidense Barack Obama veía todavía a Al Qaeda como la mayor amenaza. ISIS, explicó en una entrevista el 13 de junio del año pasado, era sólo un «‘equipo de chavales’ en comparación, que se ocupaba de la» lucha por el poder en el ámbito local».

Los extremistas sunitas dentro de ISIS tenían sin embargo ambiciones que eran sustancialmente más altas que el ejercicio de poder local.

El 29 de junio tomó el ISIS el paso final de movimiento de resistencia yihadista a un estado con territorio propio. Abu Bakr al-Baghdadi tuvo una de sus raras apariciones públicas, y declaró que «su» movimiento ahora se llamaba Estado Islámico, con las palabras del líder de ISIS, «un estado para el árabe y el no árabe, el hombre blanco y el hombre negro, la gente del este y del oeste, todos los hermanos».

Pero las frases bienintencionadas fueron seguidas de otras señales mucho más amenazantes al mundo exterior.

Al-Baghdadi fue proclamado “Califa de todos los musulmanes y príncipe de los creyentes serios», que en lenguaje claro significa que el EI requiere que todos los musulmanes en todo el mundo deben someterse a ellos. Los que no sigan la extrema interpretación del Estado Islámico del Islam sunita arriesgan ser torturados, violados o asesinados.

A finales de junio primeros de julio del año pasado me encontraba en Erbil, capital de la región autónoma kurda en Iraq, en viaje de reportaje junto con el fotógrafo de Dagens Nyheter Paul Hansen.

Erbil era una ciudad en pie de guerra. Mosul, conquistado por el Estado Islámico, situado solo a 80 km de distancia y las siniestras nubes de humo de los combates alrededor de la ciudad se veían mucho más allá de las llanuras de Ninive. El ejército kurdo estaba en todas partes en Erbil, que se encontraba inundado por refugiados que salieron de Mosul en pánico.

nineveh plains

– Da’ish (Estado Islámico) es como el viento del desierto, dijo un anciano que conocí en un sala de clases a las afueras de Erbil, donde su familia había recibido refugio temporal.

El Estado Islámico parecía imparable de frenar. Poco más de un mes más tarde la coalición liderada por EE.UU. inició una campaña de bombardeo aéreo contra las posiciones del Estado Islámico en Iraq. Esto detuvo el avance del Estado Islámico hacia Erbil, pero no impidió  a sus combatientes lanzar una ofensiva contra Kobane en la parte dominada por los kurdos en el noreste de Siria.

El resultado fue una catástrofe humanitaria más: más de 200.000 personas huyeron durante unos días de septiembre a través de la frontera de Siria a Turquía. EE.UU. comenzó el bombardeo aéreo contra el EI también en Siria. Barack Obama tuvo rápidamente que reevaluar su imagen del Estado Islámico que ahora había surgido como líder global del movimiento yihadista y una amenaza no sólo para Iraq y Siria sino contra todo el Medio Oriente.

Abu Bakr al-Baghdadi es el tercer líder del ISIS. El extravagante Abu Musab al-Zarqawi, quien gustosamente posaba con un kalashnikov listo para usarlo, había sido sucedido por el extremamente solitario y misterioso Abu Omar al-Baghdadi, quien sin embargo sólo consiguió 3 años y medio en su puesto antes de ser asesinado.

Su sucesor, Abu Bakr al-Baghdadi tampoco busca él la atención de los medios. No hay nada en la escasa e incompleta biografía de al-Baghdadi que sugiera que él de alguna manera esté destinado a convertirse en «califa» en el Estado Islámico y con ello líder (autoproclamado) de todos los musulmanes del mundo.

Abu Bakr al-Baghdadi nació en 1971 en Samarra, a 130 km al norte de Bagdad. Samarra es una ciudad santa para los musulmanes chiítas, pero también se encuentra en el llamado Triángulo sunita, un área al noroeste de Bagdad con población predominantemente suní, leal al derrocado dictador Saddam Hussein.

En la familia de al-Baghdadi hay tanto académicos sunitas como empleados de las fuerzas de seguridad de Saddam. Él se trasladó a finales de su adolescencia a Bagdad.

Según algunos informes debería haber comenzado un doctorado en estudios islámicos en la Universidad Islámica y también haber predicado en la gran mezquita en la capital iraquí. Pero los datos son inciertos. Mucho sugiere que estos son méritos que se han ‘encolado’ con posterioridad para embellecer el currículum vitae del “Califa» – así como la afirmación de que él es familia en descendencia directa del profeta Mahoma.

Seguro es sin embargo, que al-Baghdadi fue detenido por las fuerzas estadounidenses en Faluya en 2004 ó 2005, y que fue después trasladado al campo de prisioneros Camp Bucca ubicado en Um Kasar a las afueras de la ciudad de Basora, en el sur de Iraq, cerca de la frontera con Kuwait.

En Camp Bucca iban a parar iraquíes arrestados arbitrariamente lado a lado con extremistas cicatrizados. Esto fue después de que los escándalos de torturas y abusos en la prisión de Abu Ghraib hubiesen sido filtrados. Camp Bucca mostraría un cuidado de presos más humano, era la intención. Los prisioneros podían jugar al fútbol y eran recompensados ​​con cigarrillos. Podían hablar y compartir experiencias. «Un campamento de verano para yihadistas con experiencia», constata la experta corresponsal de Oriente Medio Janine di Giovanni, que ha investigado este período de la vida de Abu Bakr al-Baghdadi.

Los estadounidenses no evaluaron sin embargo a al-Baghdadi como una amenaza mayor y fue puesto en libertad después de 2 años de cautiverio. Como un hombre libre en Iraq se involucró de inmediato en el ISI (más tarde ISIS) y se subió al pico más alto del movimiento. En mayo de 2010, fue elegido por el máximo órgano de la ISI, el Consejo de la Shura (órgano que maneja los asuntos religiosos y militares del grupo), como nuevo líder.

Sobre cómo el antiguo inadvertido al-Baghdadi pudo hacer una carrera tan rápida, hay opiniones divididas.

ISkarta-MOBIL.jpg1Según algunos evaluadores, es él más un mascarón de proa para un grupo de oficiales de la milicia del partido Baaz, el brazo más temido del ahora disuelto partido del poder de Saddam Hussein. La revista alemana Der Spiegel publicó hace unos meses documentos que se encontraban en posesión del ex coronel del servicio de inteligencia de la fuerza de defensa aérea del dictador iraquí, Haji Bakr. Este fue muerto en un tiroteo a las afueras de la ciudad siria de Tal Rifaat en enero de 2014 y dejó en papel notas detalladas sobre cómo el Estado Islámico podría infiltrar milicias de los grupos de oposición en Siria. La tesis de Der Spiegel es que Haji Bakr fue el cerebro detrás de la expansión del EI sirio.

Otros analistas sostienen que Haji Bakr y otros viejos oficiales de Saddam inicialmente jugaron un papel importante en el crecimiento del Estado Islámico, pero que los métodos de los ideólogos del Estado Islámico para jugar en la vocación religiosa fueron el decisivo «factor de éxito».

ISkarta-MOBIL.jpg2Joel Ahlberg es economista, activo en el diálogo sobre el reparto de la riqueza petrolera de Iraq entre las diferentes regiones y grupos étnicos. Ha vivido largas temporadas en Iraq y habla árabe sin problemas. Joel Ahlberg está en otras palabras ‘bien enviado’ para poner el explosivo crecimiento del Estado Islámico en Iraq y Siria en una perspectiva más amplia.

– Los ideólogos del Estado Islámico han interpretado algunos conceptos claves dentro del Islam, que se presentan en su propaganda. Son 4 términos que son todo el tiempo recurrentes: la proclamación profética, Yihad, Tawhid  y Takfiri, dice Joel Ahlberg y explica:

– La proclamación profética, al-Nubuwwah, trata de establecer un Estado basado en la revelación religiosa del profeta Mahoma. Yihad es salir a la guerra santa y estar dispuesto a morir por el establecimiento de un Estado basado en la santa predicación. Morir en la yihad es considerado como la principal forma de honrar a Dios. «Nadie estaría sentado en silencio si supiese qué honor existe en la yihad», dice al-Baghdadi.

– Al-Tawhid significa unidad, hacer cosas a una. Sólo hay un creador y gobernante divino, se sostiene. Todas las fronteras nacionales, todas las ideologías políticas, todo nacionalismo es un delito contra la unidad divina.

El cuarto concepto central es Kafir, La práctica de declarar a otro musulmán como un kafir es takfir, declarar a alguien infiel. Lo nuevo para el Estado Islámico es que grupos enteros, como chiítas musulmanes y cristianos, son considerados como takfir y por lo tanto se considera permitido el matarlos.****

La publicidad está disponible en la red, de fácil acceso, presentada en la mayoría de los idiomas del mundo. Es una parte importante de la explicación de la enorme atracción al Estado Islámico en los jóvenes musulmanes fuera de Iraq y Siria.

Ninguna otra guerra en la historia reciente ha atraído a tantos voluntarios a organizaciones extremistas islámicas. El IS (EI) tiene al menos 21.000 hombres en armas de otros países, y un número desconocido con tareas «civiles».

El reclutamiento de jóvenes al Estado Islámico se ha convertido durante el último año en un tema político caliente y un problema acuciante para la seguridad en Europa y otras partes del mundo.

En la ciudad de Sanliurfa en la frontera turco-siria, me reuní el pasado otoño con el 27 añero Muhammed que fue atraido a luchar por el Estado Islámico, un trabajador textil de Alepo en Siria que inicialmente opinaba que el IS trataba bien a sus soldados. Está orgulloso de pertenecer al primer movimiento yihadista.

– Sentí que era parte de un ejército exitoso que los opositores temían, explicó Muhammed.

Pero más tarde se le ordenó hacer cosas «que ningún buen musulmán debe hacer». Muhammed había ahora desertado de su unidad y huído por la frontera de Siria a Turquía. No quería entrar en más detalles sobre sus acciones, al parecer tenía miedo de ser procesado por crímenes de guerra en Turquía o Europa. Muhammed también tenía miedo de que el Estado Islámico podría vengarse de sus padres y hermanos que permanecieron en Alepo, pero él quería aún así salir en el periódico para advertir a otros jóvenes musulmanes de que no piensen en reclutarse al Estado Islámico.

– Movimientos radicales yihadistas como el Estado Islámico crecen a menudo en zonas en las que el Estado tiene muy poco control, por ejemplo en las áreas externas fuera de las grandes ciudades. Son comunidades tribales distintas: zonas rurales de Iraq y Siria, poblaciones pastunes en Afganistán, Yemen y Somalia. Los grupos étnicos resaltan valores como dignidad y honor y este código de honor es utilizado por el Estado Islámico para movilizar e infiltrarse en la comunidad local, dice Joel Ahlberg y continúa:

– Al mismo tiempo son comunidades que están atormentadas por la guerra cuya población siente una enorme vulnerabilidad. Me resulta muy difícil creer que el Estado Islámico pudiese surgir en una comunidad donde hay derechos y libertades democráticas, en las que no se violan los derechos de las personas, donde se puede enviar a los niños a la escuela y se puede suponer que lleguen de vuelta al hogar con vida. Así no ha sido el caso en Iraq y tampoco en Siria o Líbano.

El territorio que el Estado Islámico de hecho domina cubre aproximadamente 270.000 kilómetros cuadrados – más grande que el Reino Unido – con una población de al menos 6 millones de habitantes.

– Pero no debemos olvidar que el Estado Islámico es después de todo una minoría, incluso en comunidades en las que surgió. Un pequeño movimiento extremista que mediante determinadas circunstancias sociales y políticas y un oponente débil que en muy poco tiempo ha logrado establecer algún tipo de control sobre grandes territorios. Pero el peligro no es que el Estado Islámico tenga el control de grandes extensiones de tierra, sino lo que sucede con el Estado Islámico si el mundo maneja al problema imprudentemente, dice Joel Ahlberg.

Muslim Pop

La región que controla el Estado Islámico es rica en minerales, principalmente petróleo, pero es por lo demás accidentada y pobre. Cómo la vida aparenta de hecho dentro del «país» Estado Islámico no es fácil de saber – hay poca información independiente, la mayor parte de la información que se consigue es información de segunda o tercera mano que ha sido ‘pintada’ con propaganda de una manera u otra.

Periodistas occidentales simplemente no se atreven a entrar en el ‘país’-Estado Islámico y tienen buenas razones para ello. Reporteros y trabajadores humanitarios son considerados como ‘presas’ del Estado Islámico.

En la actualidad hay unos 20 casos conocidos de extranjeros secuestrados. Pero el número de casos no denunciados es alto. Los familiares y empleadores de los secuestrados optan a menudo mantener en secreto los hechos a fin de no entorpecer las negociaciones con los autores de los secuestros.

O bien son ejecutadas las víctimas secuestradas con fines de propaganda, asesinatos sádicos prolongados que son filmados y se cuelgan en internet. O son utilizados como mercancía y deben pagar el equivalente a decenas de millones de coronas suecas o más para escapar con vida y ser puestos en libertad.

El Estado Islámico suele ser llamado como la organización terrorista más rica del mundo. El dinero provenía inicialmente de ricos donantes privados en los países en torno al Golfo Pérsico, preferentemente Arabia Saudita.

Conforme el Estado Islámico iba conquistando territorios resultó en más fuentes de ingresos: principalmente petróleo crudo y petróleo refinado de los campos petroleros y refinerías en el noreste de Siria y el oeste de Iraq que mediante intermediarios se contrabandea a entre otros sitios, Turquía y Jordania.

A veces podía el Estado Islámico ganar el equivalente a 15-16 millones de coronas por día de sus exportaciones de petróleo ilegales. Los intensificados bombardeos de EE.UU. de los pozos de petróleo han hecho sin embargo que los ingresos provenientes del petróleo hayan disminuido. Pero ascienden todavía al equivalente a unos 2 millones de coronas al día, según el sitio web de noticias árabe Al-Monitor.

Recaudación de impuestos en ciudades como Mosul y Raqqa son otras fuentes importantes de ingresos para el Estado Islámico, así como el comercio de antigüedades saqueadas y sumas de rescates de secuestrados.

El mal y la barbarie dentro del Estado Islámico es algo que el aparato de propaganda del movimiento de buena gana sostiene. Se distribuyen vídeos de hombres con las manos atrás atadas, acusados ​​de homosexualidad que son lanzados a la muerte de edificios altos rodeados por multitudes entusiastas. O de hombres vestidos de negro que con gran entusiasmo ‘van sueltos’ con picos y porras y destrozan estatuas antiguas e irremplazables y tablas de piedra en el Museo de la Ciudad de Mosul.

También hay abusos bien documentados contra mujeres que han sido detenidas y sido torturadas sexualmente o mantenidas como esclavas sexuales.

De la mano de la incultura, de la bestialidad y crueldad inimaginable va la reclamación del Estado Islámico de ser constructor de comunidades, de crear una sociedad civil con todas sus funciones: escuelas, hospitales, centrales eléctricas, estaciones de bombeo.

De vez en cuando se mezclan los videos y reportajes de secuestros y torturas con noticias sobre progresos del todo normales, como que el único hotel de 5 estrellas de Mosul ha sido renovado y reabierto.

loretta napoleoniEn el debate europeo sobre el Estado Islámico han empezado a oírse voces que quieren que la organización terrorista vaya a ser tratada como un estado. La periodista italiana y economista Loretta Napoleoni ha publicado un libro polémico, «El fénix islamista. El Estado Islámico y el rediseño de Oriente Próximo» donde enfatiza las ambiciones del EI de construir un Estado. Cuando Napoleoni lanzó su libro en Suecia la primavera pasada, comparó ella al EI con la Organización para la Liberación de Palestina y equiparó los abusos del movimiento con las ejecuciones durante la Revolución Francesa.

Joel Ahlberg rechaza el razonamiento:

– El Estado Islámico es de hecho una organización terrorista que distorsiona el mensaje religioso del Islam y que hace guerra contra todo en lo que la diversidad de la vida y la creación consiste.

Que el mundo se rindiese a eso y considerara al EI como una parte legítima, tengo muy difícil de aceptarlo.

A pesar de todo es la sombría lección del crecimiento del Estado Islámico – y sus obras – durante el último año, que las tácticas de violencia del movimiento ha dado frutos/han merecido la pena.

Ahora extiende el Estado Islámico miedo en las principales ciudades del mundo. Sus obras han dado lugar a reuniones de crisis entre líderes occidentales y a que el derecho público y acuerdos internacionales han sido sacudido en sus cimientos.

La simple brutal proclamación del Estado Islámico atrae sólo unas pocas milésimas de musulmanes del mundo. Pero aún así lo suficiente para que población civil, policía y servicios de seguridad deberán preocuparse, incluso  donde nosotros en Suecia. [Fuente: Så exploderade Islamiska staten i Europas ansikte – DAGENS NYHETER]

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